Dolor Psíquico y duelos
Agosto 2020 - ISSN 2796-9576
Ensayos psicoanalíticos

Dolor psíquico en las culturas que lo eclipsan y ocultan

Dr. Jaime M, Lutenberg
Dr. Jaime M, Lutenberg

Con qué agudeza responde siempre. Estos golpes felices

son frecuentes en la locura, y en el estado de razón y

salud tal vez no se logren.

W. Shakespeare. Hamlet, acto II,escena VII,

1) INTRODUCCIÓN

En esta comunicación voy a presentar varias hipótesis vinculadas con “el malestar de la cultura actual”, que han dado lugar a variadas modalidades sociales defensivas, destinadas a ocultar el dolor psíquico, los duelos y el sentimiento de terror generados en la sociedad, en aquellos países afectados por las variadas figuras del terrorismo de estado.

2) PROBLEMAS CLÍNICOS EMERGENTES DE LAS TRANSFORMACIONES POSTMODERNAS

Según los especialistas en el tema; una generación se diferencia de la anterior y la posterior,por los objetivos comunes que comparten. Dichas metas en común, definen el sentido de sus luchas sociales e inspiran las transformaciones personales de sus habitantes.

En el año 2020, las diferencias entre las generaciones se dan en períodos cada vez más cortos. Muchos historiadores contemporáneos, afirman que, en la actualidad, cada 5 o 7 años, se estructuran nuevas metas culturales, que transforman y redefinen a las generaciones humanas en “anteriores” y “posteriores”.

Si bien este fenómeno se manifiesta con particular evidencia en las grandes ciudades de casi todo el mundo, las pequeñas poblaciones urbanas y rurales también lo viven, aunque en forma más lenta.

La televisión satelital ha modificado en forma significativa la relación entre el individuo y el mundo externo. Durante los siglos previos y antes de la aparición de los medios masivos de comunicación, la evolución de la humanidad estaba encarrilada y acotada por las pautas nacidas de sus objetos primarios y su reducida comunidad cultural. Los padres, hermanos, abuelos, tíos,amigos, vecinos y sus maestros y compañeros de clase, formaban parte de un limitado universo referencial. de “las novedades y de lo novedoso”.

En diversas comunicaciones Freud describió muy bien estas características, en sus publicaciones dirigidas al público[2], en general y a los especialistas[3].

En la actualidad, las infinitas propuestas de los múltiples canales de la televisión mundial, influyen mucho en la formación de los habitantes del mundo.

Cuando se trata de niños que están en la edad del aprendizaje del lenguaje hablado, esta influencia aumenta enormemente.

Es habitual que los padres y los abuelos cuenten diversos “chistes”, respecto a los nombres con el que sus hijos y nietos, denominan los estados afectivos y a los objetos a los que se refieren, ya que los nombran tal cual los denominan los personajes que los niños ven en la pantalla del televisor,

Debemos destacar que los modelos que brinda la oferta total de la televisión satelital (imagen y música de todas las regiones de mundo) contribuyen a la construcción de los ideales personales del hombre contemporáneo, que no siempre coinciden con los del país en el que viven. Se trata de un fenómeno de transculturización que demanda un estudio aparte.

3) EL MALETAR EN LA CULTURA ACTUAL Y LOS MEDIOS DE DIFUSIÓN

En la actualidad, el televisor se ha convertido en un “objeto” que es parte integrante de la familia.

Sabemos que, en estos últimos cuarenta años, cada vez más, se configuran grupos familiares sin la presencia del padre como figura estable.

Una estadística efectuada en el año 1996 en la Argentina, certificaba que entre el 40 y el 50% de los grupos familiares de la ciudad de Buenos Aires, no cuenta con una presencia masculina constante que ocupe el rol de padre.

En estas circunstancias, es por lo general la madre la encargada del sostén económico ético, moral, afectivo del grupo familiar.

Esta enorme sobrecarga redefine el rol clásico de la mujer y el rol materno.

Son muchas las horas que una mujer debe dedicar al trabajo remunerado para sustentar económicamente a su familia, cuando la misma sobrevive huérfana de padre.

Ello obliga a sus hijos a compartir con el televisor muchas de las horas de los días, vacíos de la presencia concreta de la madre y del padre.

Una estadística publicada por el diario “la nación” el día 3 de agosto de 1999 devela que para el 88 por ciento de los niños, los programas de televisión son el “tema” de sus conversaciones de todos los días.

También dice el informe que el 75% de los niños quiere parecerse a algunos de los personajes que ven en el televisor. La mayoría de los chicos encuestados develó que sus padres desconocen que programas ven.

Son estadísticas que nos demuestran la realidad que tiene en la educación y en la evolución de los niños actuales, la combinación de la ausencia de sus padres y la frecuente presencia del televisor en la vida cotidiana; condicionada por los modelos e ideales imaginados por los programadores de televisión y por los gobiernos que reglamentan su funcionamiento como canal de comunicación social.

Esta perspectiva del problema, nos permite reconocer el hecho de que se trata de un peculiar vínculo entre un ser vivo (el niño o el adulto) y un objeto inerte, inorgánico, el televisor, que aparenta tener mayor vitalidad que cualquier “objeto” humano viviente.

El potencial duelo por las figuras humanas vivas, es eclipsado o anulado por los personajes idealizados que ofrecen las pantallas del televisor. Se trata de imágenes de las que fluyen estímulos y modelos de “héroes”, de todo tipo.

A partir de esta relación con el televisor, se eclipsa el dolor por la ausencia física cotidiana de la figura de los padres y simultáneamente, estas ausencias parentales son reemplazadas por los personajes idealizados que proponen los programadores de televisión.

Ello da lugar a lo que he denominado “La Orfandad Mental”[4].

La “orfandad mental” es una síntesis de todas las experiencias de desolación emocional, reales y/o imaginadas, que cada persona ha vivido en el curso de su vida. Configuran un conjunto de vivencias emocionales sin un pensador que les pueda poner palabras.

Ello impide la que ese individuo pueda continuar el desarrollo de los pensamientos de sus vivencias vinculadas con sus pérdidas objetales y desarrollar un duelo normal[5].

Se trata de perdidas sin duelo ni registro del dolor por lo perdido.

Cuando estas personas consultan a un analista por otros motivos diversos, el analista puede detectar estos duelos congelados nunca procesados. En un libro dedicado a este problema, desarrollo el tema más detalladamente[6].

Este es un de los motivos por los cuales entiendo que el psicoanálisis, en el presente, continúa teniendo una vigencia trascendental, que sigue abierta hacia los futuros desarrollos.

Junto con el arte, la ciencia y el deporte, constituyen una de las fuentes de la esperanza para el futuro; en particular si tenemos en cuenta los futuros desafíos post pandemia por el coronavirus, que la humanidad entera va a tener que enfrentar.

Hoy vivimos en un mundo poblado de múltiples paradojas. Desde el punto de vista político, se siguen reordenando los límites de las naciones. Existe una marcada tendencia geopolítica en el mundo occidental dirigida hacia la apertura de las fronteras internacionales.

En función de ello, en los últimos 50 años, han nacido nuevas federaciones económico culturales como el Mercado Común Europeo, el Mercosur, Nafta, etc.

Junto con el redimensionamiento internacional de la geografía política, y en función de la economía regional, se van remarcando las fronteras contorneadas por los nacionalismos locales más cerrados.

Su posible permanencia futura, hoy es cuestionada en función de las severas crisis económicas que vive el mundo actual debido al coronavirus.

A diferencia de lo que ocurría en la primera mitad del siglo XX; a partir de la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad, todas estas guerras y los desastres mundiales pueden ser seguidas, detalle por detalle, desde el living, el comedor o el dormitorio de nuestros hogares.

Visualmente asistimos hoy, como vivos testigos de la primera trinchera de todas las guerras de la actualidad, a los más horrendos acontecimientos bélicos propios de cada región, así como a los horrores mundiales generados por la pandemia del coronavirus.

La TV satelital se ha constituido en una prolongación de nuestros ojos. Todos los canales de televisión del mundo están interconectados y nos muestran en detalle, acontecimientos insólitos e inimaginables que generalmente desbordan nuestra capacidad mental de pensar los niveles de horror y de crueldad que nuestra retina registra y que llegan a nuestro cerebro y a nuestro psiquismo sin el debido filtro que las haga más pensables.

Luego de un breve tiempo de recepción de esta catarata de atrocidades, el curso de nuestro interés auténtico y espontáneo se bloquea. En ese instante, el individuo pierde la capacidad de seguir elaborando con su pensamiento,los estímulos que recibe.

Cotidianamente, el interés y la curiosidad del hombre contemporáneo son dirigidos hacia acontecimientos elegidos por una programación de los medios masivos de comunicación y recibe una información que lo desborda.

Siendo el televisorun “puente que conecta a nuestra intimidad con los distintos frentes de batalla”, nuestro mundo internorecibe una catarata de estímulos que desconciertan y dificultan la posibilidad de pensarlos.

En forma cotidiana somos así participes de micro experiencias que pertenecen a diferentes medios culturales del mundo.

Para que cada persona transforme en comprensible, todo el caudal de estímulos que recibe, debe proceder a un esforzado trabajo de “digestión mental” que, por supuesto, da lugar a múltiples claudicaciones.

Las mismas se efectivizan mediante la “división de la personalidad íntima de cada ser humano, quien debe dar por “no ingresada a su psiquismo”, mucha de la información que recibe.

Ello demanda a su psiquismo un enorme e imperceptible tarea que perturba su personalidad total.

Es así que esta infinita oferta de estímulos, se ha transformado en una nueva forma de lo que Freud ha descripto en su estudio denominado “El “Malestar En La Cultura[7]”.

A través del mecanismo de la “división protectora de la entrada de un exceso de estímulos, cada persona no solo va a intentar descartar una parte de la desbordante información que recibe, sino que, simultáneamente, descarta parte de los estímulos psíquicos prevenientes de sí mismo.

Se trata de invisibles abortos funcionales de su personalidad total.

Estas cotidianas micro divisiones de su personalidad, Freud las denominó “escisiones del yo”.  Son divisiones de su “yo” que comprometen su funcionalidad habitual total, como sintetizador de la armonía entre la realidad del mundo interior y la realidad del mundo exterior[8].

En esas circunstancias el yo también claudica en sus funciones de ser el coordinador semántico de todo aquello que le ingresa a través de su sentido visual y auditivo. Así se aliena la eficacia de lo que Freud denominó “la función sintética del yo”. 

La novedad más dramática y compleja del devenir mental del hombre contemporáneo, consiste en que su “yo” se fue acostumbrando a escindirse del registro de la crueldad, de la destrucción de la cual él es testigo; y también a desentenderse de todo aquello que es trascendente para él.

Debido a todos estos fenómenos, se instala el hecho de que la venganza legitima el horror y lo siniestro se vuelve cotidiano.

Sabemos que la tecnología posibilita que una bomba sea dirigida con matemáticaprecisión hacia un blanco elegido, ello facilita que cualquier bombardeo a una región, pueda ser intencional y preciso.

De este modo se facilita que el objetivo de un bombardeo a una ciudad no es “sólo” matar al enemigo, sino también provocar el terror.

La apatía generalizada que padecen algunas personas es el resultado natural de la vigencia social sostenida de un estado de terror.

Personalmente encuentro una relación entre el vacío mental y la apatía. La apatía primero y el vacío mental después, se constituyen en las figuras residuales que testimonian las “cicatrices mentales” de estos muchos problemas sociales derivados de la orfandad social humana.Se trata de procesos defensivos extremos que intentan compensar el horror nacido del terror.

Bajo el estado de terror no se puede pensar absolutamente nada, debido a que el yo de cada persona ha sido arrasado y no puede transformar su experiencia vivencial fáctica, en experiencia psíquica.

El horror, previo al terror, es la vivencia límite registrable.

Lo que viene después formará parte de los recuerdos “inéditos” o “no representados” para el psiquismo de esa persona. Se trata de traumas psíquicos que esperan la lo que yo denomino “La Edición en el Análisis[9]

Dicha apatía se debe a que somos capaces de reconocer que las personas encargadas de la custodia del orden institucional (la ley), la seguridad personal y la salud individual y social, son los arquitectos que generan la trama social que nos conduce al horror. A este problema lo denomino “orfandad social”[10].

4) LA ORFANDAD SOCIAL Y SUS CONSECUENCIAS

La “orfandad social” es un padecimiento emocional social colectivo, determinado por la sostenida y notoria “indiferencia” de las autoridades que forman parte de los tres poderes públicos gubernamentales (poder ejecutivo, legislativo y judicial) ante el sufrimiento social colectivo que sus decisiones administrativas, políticas y económicas, generan en la mayoría de los habitantes del país o de un determinado un espacio geográfico acotado;  cuyos habitantes se mantienen unidos por lazos de diversa naturaleza (geográficos, étnicos, religiosos, de afinidad política, etc.)

El rasgo más característico de la “orfandad social”, es justamente la mencionada indiferencia o falta de respuestas coordinadas socialmente operativas, de parte de las autoridades gubernamentales, para dar solución, entre otros, a los problemas socioeconómicos, políticos y jurídicos de sus habitantes.  

Si bien en toda la historia de la humanidad hubo una sucesión ininterrumpida de problemas homólogos o equivalentes a los que hoy vivimos en el mundo contemporáneo, pero en la actualidad, los podemos estudiar mejor con los aportes del psicoanálisis, la sociología, la ecología, la antropología, la historia, etc.

Tal vez en un utópico tiempo futuro, las autoridades gubernamentales encargadas de programar las sociedades del futuro, tengan en cuenta los aportes provenientes de todas estas ramas del conocimiento, para mejorar la calidad de vida del planeta.

El arte, con su propia gramática estética, regularmente anticipa -a veces varios siglos- muchos conceptos científicos que se descubren con la evolución del conocimiento.

Vale la pena recordar al respecto, las diferentes “series” que Goya concibió entre los años 1799 y 1823: Caprichos-Desastres-Tauromaquia- Disparates.

Apenas firmada la paz en la ensangrentada ex -Yugoslavia, una película del director Emir Kusturika, denominada “Underground”; estrenada en 1995, muestra con la genialidad creativa de un gran artista, este drama contemporáneo que nos compromete a todos.

La película se inicia con las imágenes de un bombardeo. El director estimula nuestra imaginación creativa conduciendo nuestra atención visual hacia los devastadores efectos que un bombardeo genera en una ciudad. Pero quiere el director que las bombas también caigan sobre un zoológico.

Vemos así en su película,que los animales -antes enjaulados- o bien mueren o quedan “libres” y deambulan de un lugar a otro entre las ruinas de una ciudad devastada.

Destruido su hábitat natural (las jaulas y las casas), los animales y los hombres se transforman una misma cosa: seres vivos que deambulan perdidos por un espacio siniestro.

Con el despliegue argumental de la película, su director, Kusturika, desarrolla mediante imágenes y diálogos, sus ideas respecto al origen de dicha metamorfosis:

El bombardeo logró su objetivo, ha provocado el terror.

Bajo el terror, todos los limites se rompen; ello afecta por igual a los animales y al ser humano, para quien,en esos momentos, no hay registro posible, solo hay terror.

Más tarde vendrá para los seres humanos la esperanza y la reconstrucción.

En una alienada convergencia de hechos y emociones antitéticas, se amalgaman y convergen muchos elementos dispares: el amor, el sexo, la muerte, la amenaza, la crueldad, la indiferencia, la impunidad, la ternura, el delirio, la mezquindad, la venganza, el horror y la alegría ensordecedora que emana de una música folklórica invitando a una danza llena de vitalidad. Hay también un dialogo con los antepasados muertos.

Nos recuerda así Kusturika, que, después del terror, muchos vivos están ahora muertos, pero no todos han desaparecido; algunos muertos siguen vivos, engarzados en los objetos de la cultura que los vio nacer y morir. Un protagonista dice una frase simple y llena de sabiduría:

“una guerra no es guerra hasta que un hermano mata a otro hermano”.

Pero yo me pregunto: cuando “un hermano mata a otro hermano”; ¿cómo continúa la vida del “hermano que sigue vivo”?

Entiendo que el “hermano que sigue vivo”, continua sus actos “asesinos” pero en forma invisible y ejecutados sobre un sector de “si mismo”.

Vemos así que, a través de lo que Freud[11] ha denominado“la escisión del yo”, una persona puede ejecutar contra sí mismo, imperceptibles “asesinatos” sectoriales.

Estos mecanismos tan complejos los podemos apreciar en los procesos psicoanalíticos de estos pacientes. En particular durante el proceso del cambio psíquico favorable y evolutivo.

En esos momentos evolutivos, uno de los sectores escindidos del “yo” de la personal, puede llegar a “asesinar” al otro sector yoico que vive los efectos de la esperada evolución positiva que ocurre en su vida.

Cuando actualmente estas personas consultan a un psicoanalista, están buscando una “persona real” que los ayude a salir del círculo vicioso en el cual se encuentran entrampados. Necesitan que una persona con empatía e intuición, los ayude a transportarse más allá de su automutilación psíquica.

Cuando llegan a la consulta, traen una pregunta implícita que no se la pueden formular del todo, y es la siguiente: 

¿Por qué estoy tan destruido que solo la muerte, la locura, la droga o una sexualidad enloquecida, pueden ordenar el caos dentro del cual vivo?

Según mi experiencia, para estos pacientes que hoy nos consultan, “la clave de lo desconocido que genera sus problemas”, no tenemos que buscarlo inicialmente en su “inconsciente”; sino en su desencuentro con el mundo externo.

Mucho más adelante, y una vez resueltos sus problemas con el mundo externo, ese paciente estará en condiciones de ocuparse con su analista, de lo que le ocurre en su mundo interno “no consciente”.

Por ese motivo, entiendo que debemos respetar y entender con mucha empatía, lo que manifiestamente vivencian, ya que estos pacientes suelen decir que en su interior no sienten nada, “se sienten vacíos de sentimientos significativos para sus vidas”.

5) ALGUNAS CONCLUSIONES FINALES

Durante todo el siglo XX y gracias a las distintas revoluciones culturales, se ha modificado favorablemente la aceptación social de la “libre elección”.

En función de una exageración alienada de la “libre elección”, el ser humano actual, del primer cuarto del siglo XXI,se ha sumergido en una alternancia de objetos de consumo que, paradojalmente,perturba su “libre capacidad de elegir”. 

Si bien es cierto que a medida que las culturas avanzan en el camino de su transformación evolutiva, y se incrementa el derecho de sus habitantes a la propia elección; los medios masivos de comunicación, mediante la propaganda dirigida, la alienan.

Por los diversos medios de difusión, como la televisión, habitualmente se presentan variadas ofertas, que condicionan las demandas de diferentes “productos”.

De este modo, nuestra “libre selección” se convirtió es esclava de la publicidad.

Debido a ello, muchas personas se pueden alienar en una “falsa identidad”, definida por el producto a consumir.

El famoso “pienso,luego existo” del filosófico de René Descartes, se ha transformado  hoy, en nuestra sociedad actual, en un nuevo principio consumista:

“Soy lo que consumo”.

Ello determina un cotidiano ejercicio de “selección libre, paradojal”; mediante la cual,las personas arriban a “decisiones escindidas”, que se expresan mediante una “compulsión consumista”.

 Bajo la denominación “Violencia Cultural De Mercado” incluyo un particular uso de los medios de difusión, que promueven el uso de diversos productos de consumo, pensando más en el “producto” que en el “consumidor”.

El engaño a la natural curiosidad humana, que la violencia cultural de mercado genera, provoca un empobrecimiento imaginativo del “consumidor” ya quese acostumbra a dirigir su imaginación hacia las “máscaras de la apariencia”.

Cuando existe una adecuada armonía entre el individuo y su medio sociocultural, se dan las condiciones para que, se reproduzca el circuito que va desde la indiferenciación de la personalidad,hacia la configuración autentica y sólida de la personalidad.

Cuando la mentira nutre la curiosidad, se genera un circuito imaginativo consumista siniestro, que paraliza el crecimiento y destruye la evolución de la mente. El fanatismo de cualquier índole opera de esa forma, al igual que la “violencia cultural de mercado”. La “cultura social consumista”, engendra una tendencia humana dirigida hacia una identidad vacía, que flota en el ámbito social como ideal virtual siniestro, imponiendo un travestismo mentiroso que parasita y destruye la potencialidad evolutiva presente en la porción indiscriminada de la mente humana.

La ilusión consumista logra engañar al individuo, cuando lo convence que tiene la capacidad de elegir libremente lo que va a comprar.

Según Freud[12] , nuestro mundo inconsciente es el primero en recibir los estímulos que le llegan del mundo externo. A partir de esta primera percepción psíquica, deja o no avanzar hacia la conciencia, toda la información percibida.

Hoy sabemos que existen experiencias vivenciales a partir de las cuales la mente no produce pensamiento alguno; aunque sí transformaciones que le posibilitan eyectar al exterior de la mente, todos los estímulos que recibió.

 Gracias a Freud aprendimos a mirar los pensamientos no conscientes del ser humano. Gracias a muchos de los autores post-freudianos, como Bion[13], aprendimos a inferir la capacidad que tiene el psiquismo, de expulsar lo percibido.

A través de dichas “expulsiones de lo que percibirle”, diversas personas se puedenir despojando de su capacidad psíquica para pensar previamente las decisiones que desea o debe tomar.

La clínica psiquiátrica y psicoanalítica contemporánea, nos coloca ante consultas en las cuales asistimos a una insólita combinación de psicosis, neurosis, perversiones, conductas psicopáticas y adicciones.

Al investigar el significado inconsciente de sus singulares y polimorfos problemas, podemos acceder a las fuentes de su creatividad potencial bloqueada o “abortada”.

Es por ello que, a través del análisis vincular del significado que tiene su rebeldía como pacientes, podemos abrir el camino que nos conduce a reconocer y comprender la personal originalidad que nutre la arquitectura de su existencia.

Más allá de su cuadro psicopatológico, estos pacientes que hoy nos consultan, son artesanos del sobrevivir. Debo reconocer, que cada vez que me he sumergido en la intimidad de estos procesos creativos, he aprendido mucho.

Vale la pena recordar que Shakespeare ya reconocía en Hamlet esta peculiar combinación de originalidad, cordura y locura[14].

Dice Polonio (Hamlet, escena VII, acto II):

“Con qué agudeza responde siempre (se refiere al príncipe Hamlet). Estos golpes felices son frecuentes en la locura, y en el estado de razón y salud tal vez no se logren”.

¿Podemos nosotros ser menos dignos con la locura; y luego de más de 4 siglos de evolución de nuestra cultura y de más de 100 años de teoría y práctica psicoanalítica?(Hamlet se estrenó en Londres 1596)

Cuando un paciente se expresa verbalmente (o corporalmente), podemos inferir y apreciar la fuente de la cual extrae los elementos que él supone que lo expresan. Freud[15] nos enseñó que el mundo externo, adquiere relevancia para un individuo, en la medida que es capaz de satisfacer parte de los deseos y expectativas originadas en el mundo interno inconsciente.

Por lo que he descripto en esta comunicación, entiendo que se ha generado en el hombre contemporáneo, una alienación en lo que atañe a las fuentes que dan origen a su dolor psíquico, sus pensamientos, sus deseos y sus sentimientos. Esta misma fuente altera los tiempos del duelo humano normal descripto por Freud[16].

La intimidad de estos hechos puede ser investigada, por varias ramas de saber; una de ellas es, el psicoanálisis. El destino de dichas investigaciones depende del poder de las instituciones que dirigen cada sociedad, tal como lo plantea Foucault[17] en  varias de sus profundas investigaciones filosóficas, sociológicas, políticas, y socioculturales.

[1] Dr. Jaime Marcos Lutenberg. Miembro Titular de APA (Asociación Psicoanalítica Argentina)

[2] Freud, S. (1913) Tótem Y Tabú. Obras Completas. Ed. AmorrortuFreud, S. (1930) El Malestar En La Cultura. Obras Completas. Ed. Amorrortu

[3] Freud, S. (1911b) Formulaciones Sobre Los Dos Principios Del Acaecer Psíquico. O. C:    Freud, S. (1915) Pulsiones Y Destinos De Pulsión. Obras Completas. Ed. AmorrortuFreud, S. (1915) Lo Inconsciente. Obras Completas. Ed. AmorrortuFreud, S. (1925-6) Inhibición, Síntoma Y Angustia. Obras Completas. Ed. Amorrortu 

[4] Lutenberg, J. (1994c) La Violencia Social Y El Mundo Interno. Rev. Actualidad Psicológica Nº 213.Lutenberg, J. (1995 A) Simbiosis Defensivas E Identificaciones Estructurantes. Rev. Escuela   Argentina De Psicoterapia Para Graduados. Nº 21.Buenos Aires. Argentina

[5]Freud, S. (1917a)     Duelo Y Melancolía. Obras Completas. Ed. Amorrortu

[6] Lutenberg, J. (2013a) La Mente Congelada. Publicaciones Psicoanalíticas Lima.Versión Electrónica Disponible En www.cauceseditores.com 

[7] Freud, S. (1930) El Malestar En La Cultura. Obras Completas. Ed. Amorrortu

[8] Freud, S. (1911) Formulaciones Sobre Los Dos Principios Del Acaecer Psíquico. O C. Ed. AmorrortuFreud, S. (1938a) La Escisión Del Yo En El Proceso Defensivo. Obras Completas, Ed. Amorrortu

[9]Lutenberg, J. (1993 C) Repetición: Reedición - Edición. Rev. De Psicoanálisis De APA. Nº 2 Lutenberg, J (2007b) “Teoría Y Clínica Del Vacío Mental” (El Vacío Mental Estructural Y El Vacío   Emocional) Publicaciones Psicoanalíticas. Lima: Versión Electrónica Disponible En Www.Cauceseditores.Com

[10]Ver Lutenberg J.  (2020) “La Pandemia Por Coronavirus y La Orfandad Social” Editado por Publicaciones Psicoanalíticas Lima. Versión electrónica disponible en www.cauceseditores.com.Se trata de un texto un texto recientemente publicado en el que desarrollo mis ideas referidas a lo que denominó “La Orfandad Social”

[11]Freud, S. (1927) Fetichismo. Obras Completas. Ed. AmorrortuFreud, S. (1938) La Escisión Del Yo En El Proceso Defensivo. O. C. Ed. Amorrortu.  

[12]Freud, S. (1915b)   Pulsiones Y Destinos De Pulsión. Obras Completas. Ed. AmorrortuFreud, S.    (1915c) Lo Inconsciente. Obras Completas. Ed. Amorrortu

[13]Bion, W.R. (1967a) Second Thoughts (Heinemann Medical: Reprinted London: Karnac Books, 1984Bion denomina elementos beta a las unidades destinadas a la expulsión.

[14]Shakespeare, W. (1951) Hamlet.  O.C. Editorial Aguilar 1951 O. C. Bs As,  Argentina

[15] Freud, S. (1930) El Malestar En La Cultura. Obras Completas. Ed. Amorrortu

[16]Freud, S. (1917)       Duelo Y Melancolía. Obras Completas. Ed. Amorrortu

[17]Foucault, M. (1980)Microfísica Del Poder. La Piqueta, Madrid.Foucault, M. (1984)Saber Y Verdad. La Piqueta, MadridFoucault, M. (2013)    El Poder Una Bestia Magnífica. Siglo - XXI- Editora 

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Shakespeare, W. (1951) Hamlet.  O.C. Editorial Aguilar 1951 O. C. Bs. As. Argentina

Autor/es:

Dr. Jaime M, Lutenberg[1]

Descriptores: DOLOR PSÍQUICO / DUELOS / TIRANÍAS / OCULTAMIENTO / ARTE

Directora: Mirta Goldstein de Vainstoc

Secretario: Jorge Catelli

Colaboradores: Claudia Amburgo

José Fischbein

ISSN: 2796-9576

Los descriptores han sido adjudicados mediante el uso del Tesauro de Psicoanálisis  de la Asociación Psicoanalítica Argentina

Presidenta: Dra. Claudia Lucía Borensztejn

Vice-Presidente: Dr. José Fischbein

Secretaria: Lic. Laura Escapa

Secretaria Científica: Dra. Rosa Mirta Goldstein de Vainstoc

Tesorero: Dr. Rafael Eduardo Safdie