Desmentida. Efectos en la clínica
Febrero 2022 - ISSN 2796-9576
Textos breves

Comentario al artículo: “Desmentida, regresión y extrañamiento. El representante-percepción de la pulsión” de Cesar Botella *

Teodoro Devoto
Teodoro Devoto

Voy a referirme a un texto que a su vez surge de un comentario sobre un trabajo de Norberto Marucco ** El placer en la fantasía y en la realidad, publicado en la Revista de Psicoanálisis (2000) (2) . La tesis de Norberto Marucco en este escrito se centra en el carácter estructural de la desmentida en relación con la obtención de placer y la diferencia con la desmentida en su carácter patológico que tiene como forma clínica el retorno de lo desmentido bajo la forma de lo siniestro (página 11, ob.cit.) Es una elaboración más de un intenso trabajo de años que el autor ha desplegado en numerosos escritos, entre ellos Cura analítica y transferencia. De la represión a la desmentida. (1998) y cuya tesis central es la consideración de la desmentida desde un punto de vista estructural y su vinculación con una tercera tópica.

Laplanche y Pontalis (1974) definen la desmentida (Verleugnung) de la siguiente forma: “modo de defensa consistente en que el sujeto rehúsa reconocer la realidad de una percepción traumatizante, principalmente la ausencia de pene en la mujer. Este mecanismo fue especialmente invocado por Freud para explicar el fetichismo y las psicosis”. Aunque existen antecedentes de las ideas de Freud sobre la Verleugnung ya en el historial del Hombre de los lobos, su pensamiento sobre este particular mecanismo de defensa fue desplegándose a partir de 1923 y enriqueciéndose con diferentes matices en los años sucesivos hasta el final de su obra. El interés por el mismo sigue presente en sus últimos trabajos: Esquema de psicoanálisis y La escisión del yo en el proceso defensivo. En La organización genital infantil (1923) la desmentida (leugnen) de la presencia del pene en la mujer es considerada como una etapa normal de la evolución sexual infantil. En Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos (1925) señala que la desmentida “[es un proceso] que en la vida anímica infantil no es ni raro ni muy peligroso, pero que en el adulto llevaría a la psicosis” (pág. 271/2) En El fetichismo (1927) explica esta perversión a partir de la desmentida y la escisión del yo (spaltung). Lo interesante es que en el mismo trabajo nos habla de dos pacientes jóvenes que no se habían enterado de la muerte de sus padres. Habían desmentido un fragmento de la realidad sin desarrollar una psicosis. A partir de aquí nos es lícito pasar de los duelos patológicos al trabajo de duelo habitual, donde la desmentida aparece como un momento en la tramitación del mismo.

Con firme raigambre en el pensamiento freudiano Norberto Marucco trae el concepto de desmentida estructural del aparato psíquico, lo que le permite introducirnos en la metapsicología de una tercera tópica. Idea compartida por varios autores del psicoanálisis contemporáneo. Y que nos va a llevar a la consideración de la existencia de dos categorías de inconsciente. Desde mi criterio personal, en este punto, comparto las ideas de Elsa Aisemberg (2007) quien distingue un inconsciente reprimido de un inconsciente propiamente dicho, escisión mediante.

A partir de la desmentida y la escisión del yo, Marucco funda la posibilidad de una tercera tópica freudiana.

En este contexto y trabajando con estas ideas, escribe El placer y la fantasía en la realidad. Ejemplifica con un film, La camarera del Titanic, donde el protagonista comparte circunstancialmente la habitación con una camarera del Titanic. A su regreso inventó una maravillosa aventura de amor y erotismo que compartía con sus amigos quienes se sintieron estimulados a recrear sus propias fantasías. En términos del autor y director de teatro Mauricio Kartun el protagonista habría hecho una “intervención” en la realidad, característica de lo que sería una creación artística. Esta historia le dará ocasión a Marucco para proponer que “Esa desmentida de la realidad tiene […] un carácter estructurante en relación con la obtención de placer”. Y lo fórmula esquemáticamente así: “una represión que tendería a priorizar la realidad con sus padecimientos y placeres, y una desmentida que defendería a la fantasía, su pulsionalidad y una neocreación de realidad”. (Ob. cit. pág. 11) Recordando la expresión de Mannoni para referirse a esta estructura escindida: “Ya lo sé, pero aún así”

Otra idea muy interesante que desarrolla en el artículo es la de “Placer de pulsión versus placer de objeto” (Ob. cit. página 13) entendiendo por placer de objeto el “Placer masoquista que encubre y deforma la imposición de placer del sadismo del objeto”. Vinculando de esta manera el placer en la fantasía y en la realidad con la estructura del superyó. Y ejemplificando con el artículo de Freud de 1936: “Una perturbación del recuerdo en la Acrópolis”. Como ustedes recordarán Freud describe la concreción de una fantasía infantil muy deseada con una crisis de angustia y despersonalización. Su pensamiento fue: “¡¿Entonces todo esto existe efectivamente tal como lo aprendimos en la escuela?!” A partir del análisis de la frase Freud descubre un sentimiento de culpa, haber superado al padre y el cumplimiento de una fantasía, la muerte del padre. Norberto Marucco lo entiende como “Desmentida de la realidad para poder concretarla y retorno de lo desmentido como vivencia de lo siniestro”

El comentario de César Botella estará centrado en este artículo de Freud. Mi impresión es que su pensamiento es muy cercano al de Marucco, pero trabaja el texto para sostener sus propias teorizaciones y aportar acuerdos y discrepancias con el autor. Lo hace mediante la exposición de cuatro puntos que paso a comentar.

I. Una escisión del yo sin desmentida

En el análisis de los pensamientos de Freud en la Acrópolis, César Botella opina que no se trata de una desmentida lograda sino un intento de desmentida. Y su argumentación concluye en que “La sensación de extrañamiento sería una escisión del yo sin desmentida”

Me pregunto ¿Existe una escisión del yo sin desmentida? Personalmente estoy acostumbrado a pensar en que el mecanismo de defensa puesto en juego es la desmentida y la escisión del yo es la consecuencia. Si no hubiera escisión del yo la desmentida conduciría a la psicosis. En lugar de una situación de duelo, normal o patológico tendríamos una psicosis alucinatoria de deseo. También es interesante considerar la respuesta de Marucco a este comentario: “Coincido con que se producen escisiones del yo sin la acción lograda de la desmentida, pero probablemente no sin su tentativa” (página 46).

II. El placer, el yo- placer y la “imagen materna primitiva”.

El episodio de la Acrópolis es analizado por Freud y por Marucco en el registro edípico, un placer en la fantasía que contiene la idea de superar al padre. Botella introduce una hipótesis muy interesante al continuar el análisis en el registro narcisista. Nos habla de la posibilidad de una regresión del yo y de una regresión de la libido reconstituyendo el estado de narcisismo primitivo en el que no existe diferencia entre el placer que viene del sujeto y el placer que viene del objeto. Sería una regresión al “yo-placer puro”, sin discontinuidad sujeto-objeto. Entiendo que hay un paralelo con el pensamiento de Joyce McDougall (1989) cuando dice que la vida psíquica comienza con una experiencia de fusión que conduce a la idea de que sólo existe un cuerpo y una psique para dos personas. En la nota al pie, el autor nos aclara que el “sentimiento océanico” (Romain Rolland) forma parte de este “Placer del yo-placer”. No deja de ser curioso que el artículo sobre el recuerdo en la Acrópolis le fuera dedicado a Romain Rolland con motivo de cumplir 70 años.

III. La realidad material, una ilusión necesaria al yo. La realidad-representada y la realidad-perceptiva

La desmentida es una defensa contra la realidad exterior. El autor continúa cuestionando el estatuto de la realidad. Y propone sustituir la clásica dualidad freudiana “realidad psíquica – realidad material” por “realidad representada – realidad perceptiva”. Podemos seguir el decurso de sus ideas cuando afirma que la “realidad psíquica” es una “realidad representada”, por la participación en la misma de la fantasía y el deseo. Y también cuando diferencia “realidad perceptiva” de lo real incognoscible (el nóumeno kantiano) ya que la percepción del objeto también está influenciada por el deseo inconsciente. Apoyándose en las consideraciones de Freud cuando afirma que la finalidad del examen de realidad es volver a encontrar el objeto imaginado, el autor nos propone una formulación que reconoce como extraña y contradictoria, que representaría el fundamento de la “prueba de realidad”: el objeto estaría solamente dentro-también fuera.

Sintetiza el párrafo con la siguiente frase: “La noción de realidad objetiva, la apariencia de ‘solamente fuera’, es una ilusión necesaria al yo para poder existir, para poder superar la tendencia al “yo placer” a la incesante búsqueda de la indistinción con “la imagen materna primitiva…”. Afirmación que a mi criterio traslada el problema a un idealismo extremo. Es posible que en la clínica encontremos pacientes que se encuentran en esta situación. Se me hace difícil seguirlo al autor cuando pienso en pacientes con un buen funcionamiento neurótico y un buen capital simbólico. En esas circunstancias, otra vez cito a Joyce McDougall, la fantasía de fusión a la madre-universo tiene una posibilidad de concreción a través del orgasmo y del sueño. Y quizás del “sentimiento oceánico” a partir de experiencias artísticas o místicas.

IV. El representante-percepción de la pulsión

Cesar Botella aporta en este párrafo otra evidencia de la creatividad de su pensamiento psicoanalítico. Su hipótesis se centra en que el representante representativo (o representante ideativo) de la pulsión puede transformarse, por un tiempo breve, en lo que llama representante-perceptivo, dando lugar a la experiencia de extrañeza. Este proceso se produciría cuando no son eficaces los mecanismos de defensa psicóticos o neuróticos, desarrollándose una regresión diurna al yo-placer y un despertar de las “huellas ingobernables”. Sería una modalidad de funcionamiento psíquico que debe ser considerado como un prototipo normal. Se presentaría en el juego de los niños, en los actores y en las prácticas místicas. Y formarían parte del crecimiento psíquico.

El hecho de que el representante-perceptivo desarrolle una regresión diurna y acceda a un despertar de las “huellas ingobernables” me hace pensar en su íntima vinculación con el concepto de “figurabilidad” desarrollado por Sara y César Botella. Los autores entienden por figurabilidad “el producto del trabajo psíquico diurno comparable al del sueño con su contenido regrediente que desemboca en una percepción interna cercana a la alucinación del soñante” (1997, pág. 15). Desde el punto de vista técnico van a afirmar que: “El trabajo de figurabilidad del analista, producto de la regresión formal de su pensamiento en sesión, demuestra ser el mejor y tal vez único medio de acceso a ese más allá de la huella mnémica que es la memoria sin recuerdo” (2003, pág. 17).

Uno de sus primeros ejemplos es el caso de Tomás, un niño de 4 años que sufrió hasta los 20 meses numerosas hospitalizaciones e intervenciones quirúrgicas. A la edad de 4 años solo pronunciaba algunas palabras que no se podían entender. En la sesión aspira un frasco de cola con pasión, se tira sobre el escritorio para recibir la luz del sol con los ojos abiertos, sin parpadear, durante largo tiempo se dedica a golpear objetos duros contra superficies duras haciendo un ruido intenso. Grita “cra…cra”. El analista hace una construcción: “Cuando estabas en el hospital, donde olía MUY fuerte, y la luz era MUY fuerte, era DURO respirar… era como si todo fuera hacer CRA…CRA”. Al final de la sesión el niño se encuentra muy angustiado, las interpretaciones sobre la separación no lo alivian. Frente al niño pálido, inmóvil, la mirada espantada, imagen del terror, el analista “ve” un lobo. Pregunta a Tomás: ¿tienes miedo del lobo? E imita al lobo que muerde y araña. Tomás le pide que pare, pero se tranquiliza y puede irse. En la sesión siguiente, en el momento de la separación, Tomás se lanza por el pasillo y grita “CRA…CRA…el lobo” tratando de asustar a todos. El analista proporciona al yo inundado de Tomás una imagen para llenar el agujero abierto por el trauma. (1997, páginas 17 a 20)

Considero que el concepto de figurabilidad constituye una herramienta técnica de inestimable valor para analizar pacientes con funcionamiento a predominio no neurótico.

Para finalizar quiero destacar los muy valiosos aportes para el psicoanálisis contemporáneo que constituyen el corpus teórico de Norberto Marucco y de César Botella y que fundamentan los artículos comentados.

*Botella, C.: (2000) Desmentida, regresión y extrañamiento. El representante-percepción de la pulsión. Revista de Psicoanálisis, APA, LVII, 1.
**Marucco, N.: (2000) El placer en la fantasía y en la realidad. Revista de Psicoanálisis, APA, LVII, 1.

AUTOR

Teodoro Devoto, APA

Bibliografía

Aisemberg, E. R. (2007) “Repetición, transferencia y somatosis” panel 45° Congreso de IPA, Berlín. Publicado en REV. DE PSICOANALISIS, 64,2.
Botella, C. (2000): “Desmentida, regresión y extrañamiento. El representante-percepción de la pulsión” REV. DE PSICOANÁLISIS, LVII, 1.
Botella, C y S. (1997): Más allá de la representación, Promolibro, Valencia.
- (2003): La figurabilidad psíquica, Amorrortu editores, Buenos Aires.
Freud, S. (1918): De la historia de una neurosis infantil, AE, XVII
- (1923): La organización genital infantil, AE, XIX
- (1925): Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos, AE, XIX
- (1927): Fetichismo, AE, XXI
- (1936): Carta a Romain Rolland (Una perturbación del recuerdo en la Acrópolis), AE, XXII
- (1940a): Esquema del psicoanálisis, AE, XXIII
- (1940b): La escisión del yo en el proceso defensivo, AE, XXIII
Laplanche, J. y Pontalis, J. B. (1974): Diccionario de Psicoanálisis, Editorial Labor, Barcelona.
Marucco, N. (1998): Cura analítica y transferencia. De la represión a la desmentida, Amorrortu editores, Buenos Aires.
- (2000): “El placer en la fantasía y en la realidad” REV. DE PSICOANÁLISIS, LVII, 1.
McDougall, J. (1991): Teatros del cuerpo, Julián Yébenes, Madrid

DESCRIPTORES:

DESMENTIDA / REPRESION / ESCISIÓN DEL YO / YO DE PLACER PURIFICADO / REALIDAD / FIGURABILIDAD.

Directora: Mirta Goldstein de Vainstoc

Secretario: Jorge Catelli

Colaboradores: Claudia Amburgo

José Fischbein

María Amado de Zaffore

ISSN: 2796-9576

Los descriptores han sido adjudicados mediante el uso del Tesauro de Psicoanálisis  de la Asociación Psicoanalítica Argentina

Presidenta: Dra. María Gabriela Goldstein

Vice-Presidente: Dr. Eduardo Safdie

Secretario: Dr. Adolfo Benjamín

Secretaria Científica: Lic. Cristina Rosas de Salas

Tesorero: Dr. S. Guillermo Bruschtein

Vocales: Dr. Carlos Federico Weisse, Dra. Leonor Marta Valenti de Greif, Lic. Mario Cóccaro, Dr. Néstor Alberto Barbon, Psic. Patricia Latosinski, Lic. Roxana Meygide de Schargorodsky, Lic. Susana Stella Gorris.