Con el fin de mostrar como la verdad se semi-dice en el acto, recurrimos a un cuento tradicional de la India. No nos convoca enseñar, sino transmitir y si bien el cuento tiene moraleja, decidimos no hacer comentarios para que cada quien saque sus propias conclusiones.
Solo agregamos algunas reflexiones de Jaime Szpilka, quien en su texto: Razón y verdad, una perspectiva psicoanalítica, publicado en la Revista de Psicoanálisis, APA, 1994, Vol. 51, Nro.12, p.131:
“Solamente así la racionalidad se salva de su irracionalidad, por ejemplo a través del arte. Pero cuando la cuestión de la verdad entra en juego nada termina de aclararse, ya que el arte aparece como criptograma, como la carta robada del cuento de Poe que apareciendo a la vista es como más se oculta. Si se hace conceptual y discursiva se pierde, y si permanece en sí es muda. Por eso la verdad oscila aún en lo mimético entre la ceguera y la vacuidad, donde se desoculta no se tiene y donde se tiene se oculta".
Los seis sabios ciegos y el elefante (cuento hindú)
En una ocasión había seis ancianos sabios que no gozaban del don de la vista, siendo ciegos y empleando el sentido del tacto para experimentar y conocer las diferentes realidades, seres y objetos del mundo. Ninguno de estos sabios había visto jamás un elefante, y tras conocer que su rey disponía de uno le solicitaron con humildad poder conocerlo. El monarca decidió concederles su petición y los llevó ante el paquidermo, permitiendo que los ancianos se acercaran y lo tocaran.
Los sabios se aproximaron al animal y, uno por uno, tocaron al elefante con el fin de saber cómo era dicho ser.
El primero le tocó un colmillo, y consideró que el elefante era liso y agudo cual lanza. El segundo sabio se aproximó y tocó la cola del elefante, respondiendo que en realidad era más bien como una cuerda. El tercero entraría en contacto con la trompa, refiriendo que el animal se parecía más a una serpiente. El cuarto indicaría que los demás debían estar errando, ya que tras tocar la rodilla del elefante llegó a la conclusión de que se trataba de algo semejante a un árbol. El quinto lo desmintió al tocar la oreja del ser, valorando que se parecía a un abanico. Por último, el sexto sabio llegó a la conclusión de que en realidad el elefante era como una fuerte pared rugosa, al haber tocar su lomo.
Tras haber llegado a distintas conclusiones, los sabios empezaron a discutir respecto a quién poseía la verdad. Dado que todos defendían sus posiciones con ahínco, recurrieron a la ayuda de un séptimo sabio el cual podía ver. Este les hizo ver que en realidad todos ellos tenían parte de la razón, dado que habían estado describiendo una única parte del conjunto del animal, a la vez que aún sin equivocarse ninguno de ellos había podido conocerlo en su totalidad".
Autor:
Comité Editor
Descriptores: VERDAD / CUENTO
Directora: Mirta Goldstein de Vainstoc
Secretario: Jorge Catelli
Colaboradores: Claudia Amburgo,
José Fischbein,
María Amado de Zaffore
Los descriptores han sido adjudicados mediante el uso del Tesauro de Psicoanálisis de la Asociación Psicoanalítica Argentina
Presidenta: Dra. María Gabriela Goldstein
Vice-Presidente: Dr. Eduardo Safdie
Secretario: Dr. Adolfo Benjamín
Secretaria Científica: Lic. Cristina Rosas Salas
Tesorero: Dr. S. Guillermo Bruschtein
Vocales: Dr. Carlos Federico Weisse, Dra. Leonor Marta Valenti de Greif, Lic. Mario Cóccaro, Psic. Patricia Latosinski, Lic. Roxana Meygide de Schargorodsky, Lic. Susana Stella Gorris.