De analista a analista: la derivación de pacientes, sus implicancias
El texto breve que compartimos con ustedes en esta ocasión surge del diálogo mantenido entre nosotras, dos colegas de una institución que, a raíz de habernos conocido en un grupo de trabajo sobre psicoanálisis, nos derivamos pacientes.
¿Cómo, cuándo y a quién derivamos un paciente? ¿Qué priorizamos en esa derivación entre nosotros los psicoanalistas?
Entre los matices que abarcan los vínculos entre colegas, se encuentran las transferencias de trabajo ya sea, por cercanía teórica, por pertenencia a grupos de estudio, políticas, así como las relaciones de afecto y amistad. Es en esos enlaces texturados donde se tejen las derivaciones, tema de singular importancia que hace posible el ejercicio de nuestra praxis y sobre el cual hay pocos registros escritos. Pensando así que la práctica del psicoanálisis supone la soledad en el consultorio, no es sin un "Otro" que podemos ejercerla. El Otro del lenguaje, donde nace el entretejido que sostiene nuestros actos. Las alteraciones en esa red pueden producir vacilaciones de la posición del analista, importante al momento de la derivación.
¿Cómo surge el nombre de un colega?
Si bien el conjunto de variables transferenciales que hemos referido siempre están actuando, hay algunos factores que muchas veces nos vemos obligados a tener en cuenta, para procurar que la derivación se concrete; honorarios del colega o su especialidad, por ejemplo. Incluso la persona que solicita una derivación pide que el terapeuta no sea muy joven, o muy grande, o que atienda cerca, que sea hombre o mujer, que orientación tiene y así aparecen infinitas demandas que en el mejor de los casos podemos poner a trabajar.
Desde ya no se trata sólo de pasar un nombre, por lo que es atinente considerar factores que ya están obrando, sobre todo si el que solicitó esa derivación es un paciente que está en análisis, podrían surgir diferentes tipos de resistencias en el analizante como celos, desconfianzas, actings … Nos preguntamos si antes de contestar esa demanda de derivación para un amigo, esposa, hijo, etc. sería conveniente analizar, escuchar, ese pedido.
La derivación de una persona que solicita análisis necesita de un otro espacio en la mente del analista, demandado para tal función: elegir, sugerir con quién comenzar un análisis no es tarea sencilla.
Se trata entonces, de poner a trabajar el inconsciente, que cada quien vaya implicándose con su palabra y en los lazos con otros.
¿Conviene realizar una entrevista con la persona que solicita un tratamiento, escucharla para luego decidir a quién derivar? ¿o esto complicaría la relación transferencial con el posible paciente?
J. Lacan, (1985, p. 91) advierte, sin embargo, que no se trata siempre de responder literalmente a esa demanda, ya que a veces el paciente no quiere lo que pide. Hay ahí una brecha de la que el psicoanálisis puede dar cuenta desde la distinción que hace entre demanda y deseo.
Volvemos al caso por caso y a cada analista.
De los casos clínicos tratados por Freud, El hombre de los lobos constituye el único historial freudiano, del cual disponemos de la palabra en primera persona del paciente y del relato de su propia experiencia con el psicoanálisis y con los psicoanalistas a los que fue derivado. Apenas finalizado su análisis con Freud, el Hombre de los lobos sufre un “episodio psicótico”. Freud por entonces ya enfermo de cáncer, lo deriva a una de sus discípulas: la psicoanalista Ruth Mack Brunswick. Esto se encuentra documentado en las propias memorias del paciente -producto de entrevistas y cartas recopiladas por Muriel Gardiner (1983)- y la transcripción de una serie de entrevistas que mantuvo con la periodista Karin Obholzer (1996) siendo ya un anciano, como también en el historial clínico escrito por Mack Brunswick (1983).
Se agrega otro dato singular a los anteriores: el historial de una neurosis infantil Freud lo escribe en paralelo a la disputa que mantiene con Jung y Adler en torno al valor de lo infantil, el estatuto de la escena primordial y de la fantasía. Esto nos permite inferir que la disputa, es decir las transferencias con sus discípulos, no es ajena al modo de presentación del caso y a la dirección de las intervenciones freudianas, como lo acredita la insistencia de Freud acerca de que la fantasía primordial del coito entre los padres fuera un hecho de la realidad histórica.
En relación a este tema Ernest Jones (1952) refiere que todo complejo infantil no resuelto podía hallar su expresión en la rivalidad y en los celos en cuanto a merecer su predilección. El clamor suscitado por el deseo de ser el hijo favorito tenía también en este caso un importante motivo de orden material, ya que la seguridad económica de los analistas más jóvenes dependía en gran parte de los pacientes que Freud podía enviarles de los que tenía en exceso.
La transmisión del psicoanálisis en el intercambio, vía escrita, vía oral, vía afecto. Es en efecto, una experiencia compartida, aunque incluya el malestar en las instituciones: "No pude conseguir establecer entre sus miembros [del círculo Inicial de discípulos] las relaciones cordiales que deberían existir entre individuos que se dedican a la misma difícil tarea." (Freud, S.,1914)
Sobre este párrafo de Freud, comenta Ángel Garma: Con lo expuesto anteriormente queda abierta a nuevos intentos de comprensión, que constituye un proceso no acabado todavía y en el cual los factores internos y externos, personales y grupales, ideológicos y científicos, llevaron a dicha institución a los sucesos de la rivalidad entre analistas. El epígrafe de este trabajo adquiere entonces especial actualidad. De nuestra comprensión y nuestras actitudes puede surgir una influencia modificadora, positiva que variará el rumbo y el matiz pesimistas de los sucesos que Freud nos presentó. (Garma, A.,1972 pág.697)
Quizás Freud vio en ellas, Las Instituciones, el único refugio posible para evitar la extinción de la experiencia psicoanalítica.
Como dijimos, el trabajo del analista es solitario y a nuestro entender, las instituciones permiten armar lazos transferenciales para: estudiar en grupo, supervisar, compartir, debatir ideas y, algo no menor poco trabajado por nosotros: derivar y recibir pacientes.
En este sentido Mirta Goldstein nos refiere: La praxis es diversa. La clínica es singular, de ahí que haya “clínicas”. La teoría es compleja y las posiciones del analista se han diversificado. Hoy el psicoanálisis se extiende a variadas prácticas extramuros de su especificidad, por ende, el analista ocupa diferentes posiciones: el teórico, el practicante, el “clínico”, el lector, el investigador, -el derivador agregamos nosotras- que sabe hacer con prácticas de enseñanza y transmisión y el que interviene en los lazos sociales y culturales. Para que sea posible deslindar al practicante, al teórico y al clínico, el analista requiere de autorizarse a intervenir y a decir sobre su acto analítico y, principalmente, autorizarse a abrir nuevos territorios y prácticas. (2020, pág.67, la frase en negrita es nuestra).
Así como lo menciona Carolina Tarrida (2019) en su artículo Derivaciones, entre el trámite y el acto donde entiende a la derivación como un acto clínico, incluido en un marco simbólico que exige ser puesto a producir.
Al compartir estas breves reflexiones nos proponemos impulsar el debate e intercambio sobre este poco explorado concepto, y seguir construyendo lazos.
Bibliografía
Gardiner, M.: Mack Brunswick, R., (1983) El Hombre de los Lobos por el Hombre de los Lobos Ed. Nueva Visión
Garma, A.: (1972) Los grupos de psicoanalistas rivales y sus influencias en los candidatos a psicoanalistas Revista de Psicoanálisis vol/nro: 29 /04 (pág. 697, APA).
Garma, A.: (1972) Ídem, cita de: Freud, S. (1914) Sobre la historia del movimiento psicoanalítico, S.E., XIV.
Goldstein, M.: (2020) Los territorios de la práctica y clínica psicoanalítica Revista de APA vol. LXXVII nro. 4 año 2020 (pág.67) APA Ed.
Jones, E.: (1952) Vida y Obra de Sigmund Freud Vol II Ed.Nova Bs. As.
Lacan, J., (1985) Psicoanálisis y medicina. Intervenciones y textos (pág. 91) Ed. Manantial.
Obholzer, K.: (1996) Conversaciones con el Hombre de los Lobos. Un psicoanálisis y sus consecuencias Ed. Nueva Visión
Tarrida, C.: (2019) Derivaciones, entre el trámite y el acto. L´interrogant 15 recuperado de hemeroteca: revista interrogant. Org. Fundación Nou Barris per la salud mental.
Descriptores: Derivaciones-Transferencias de trabajo- Lazos entre analistas
Autoras
Claudia Amburgo (APA) y Gabriela Piacquadio (APA)
Directora: Mirta Goldstein de Vainstoc
Secretario: Jorge Catelli
Colaboradores: Claudia Amburgo, José Fischbein, María Amado de Zaffore
Los descriptores han sido adjudicados mediante el uso del Tesauro de Psicoanálisis de la Asociación Psicoanalítica Argentina
Presidenta: Dra. María Gabriela Goldstein
Vice-Presidente: Dr. Carlos Federico Weisse
Secretario: Dr. Adolfo Benjamín
Secretaria Científica: Lic. Cristina Rosas Salas
Tesorero: Lic. Mario Cóccaro
Vocales: Dra. Leonor Marta Valenti de Greif, Psic. Patricia Latosinski, Lic. Susana Stella Gorris.