En primer término, quiero agradecer la invitación a escribir, al cumplirse 10 años de la primera publicación de “La Época”. En ese momento comenzamos a producir y publicar los primeros números, con la idea que sean temas de intereses epocales. Al cumplirse 100 años del escrito de Freud, “La organización genital infantil”, intentaré relacionarlo con cuestiones de esta época, como son los temas de género, ya que asistimos a un cambio importante en la cultura y en la sociedad.
En los tiempos de Freud, época victoriana, la cultura estaba atravesada sumamente por la represión de la sexualidad. Él produce un cambio revolucionario al describir la sexualidad infantil y el origen de los síntomas, la sexualidad en dos tiempos, el inconsciente y toda la teoría psicoanalítica, que marcó un cambio trascendente en el abordaje de las neurosis, psicosis y perversión. Freud describió lo impensado hasta entonces, que los niños no eran ángeles inocentes, sino que hizo hincapié en la sexualidad infantil y su desarrollo en etapas.
También Freud señaló que la anatomía es el destino y destacó la bisexualidad constitutiva de los sujetos.
Freud en 1923 escribe “La organización genital infantil (una interpolación en la teoría de la sexualidad”. Surge como complemento de los Tres ensayos de la teoría sexual (1905). Remarcó la investigación sexual infantil y la notable aproximación del desenlace de la sexualidad infantil (alrededor de los 5 años) a su conformación final en el adulto. Se da una elección de objeto, cuya diferencia principal con el adulto, es que en éste se da el primado de los genitales y la posibilidad de estar al servicio de la reproducción.
También explica una diferencia fundamental en los niños: sólo desempeña un papel un genital, el masculino, con el primado del falo. Se puede describir más claro en el varoncito y dice: “carecemos de una intelección de los procesos correspondientes en la niña pequeña”. Cuando el niño descubre, al observar los genitales de una niña, supone que ahí había algo que estuvo y fue removido (sería una conclusión “afectiva/sustantiva”) …” Sólo puede apreciarse rectamente la significatividad del complejo de castración si a la vez se toma en cuenta su génesis en la fase del primado del falo”.
Refiere que en el estadio de la organización pregenital sádico-anal la oposición entre activo y pasivo sería la dominante. En el siguiente estadio de la organización genital infantil la oposición se formularía entre genital masculino o castrado.
Sólo en la culminación del desarrollo en la pubertad, la polaridad coincide con masculino y femenino.
Lacan al describir los tres registros, real, simbólico e imaginario permite complementar esta lectura. Habla de la privación en lo real, de la frustración imaginaria y la castración simbólica. También en otros desarrollos teóricos remarca que lo importante, no es la castración en el sujeto, sino en el Otro, fundamentalmente la castración en la madre. Lo que angustia es la castración en el Otro, la falta.
A modo de síntesis podríamos decir que falo, castración se refieren al falo simbólico, a la castración simbólica, a la simbolización de la ausencia, al modo de posicionamiento del sujeto ante la carencia, ante la falta. Falo sería un articulador simbólico. En cuanto al Edipo, la renuncia al goce incestuoso, mediada por la prohibición, marca la imposibilidad de satisfacer todo, renunciar para poder acceder a la cultura.
En el siglo XXI asistimos a importantes cambios, en la ciencia, en la tecnología, en el abordaje de la diversidad.
Ciertas consultas en el consultorio han variado y presentan cambios en relación a las histéricas que atendió Freud, o la Joven Homosexual. Muchas se refieren, tanto en niños, adolescentes o adultos, a estar en el cuerpo equivocado o no identificarse con el sexo asignado y otros.
Los avances en la ciencia y la tecnología han ido permitiendo tratamientos hormonales, quirúrgicos, fertilizaciones, etc. que posibilitaron cambios concretos en el cuerpo. De esta manera ya la anatomía no sería el destino, surge lo “No binario”. Ante la autopercepción de estar en el cuerpo equivocado o no estar en el cuerpo asignado, la ciencia y la tecnología ofrecen nuevas posibilidades para intentar modificarlo.
Los estudios de género surgen a mediados del siglo pasado, principalmente ante la diferencia social de hombres y mujeres y especialmente en la defensa de la igualdad de derechos para ambos. Se fueron agregando, como dijimos, con los aportes de la medicina, la tecnología y las comunicaciones, los grupos queer, no binarios, LGTBI, etc. En sus teorizaciones se fueron sumando con sus aportes, historiadores, sociólogos, especialistas en derechos humanos, abogados, psicólogos sociales, antropólogos, filósofos.
En ese sentido podemos decir que el psicoanálisis y las teorías de género representan dos tipos de pensamiento diferentes y que abordan la sexualidad desde dos perspectivas distintas. El psicoanálisis se ocupa de la significación inconsciente y las teorías de género tiene más en cuenta la problemática dada por la autopercepción y aspectos de la identidad.
Quienes abordan las teorías de género describen que es una categoría construida, no natural, que atraviesa tanto la esfera individual como social y que influye en la división sexual del trabajo, la distribución de los recursos y la definición de jerarquías
entre hombres y mujeres en cada sociedad. Y acorde a cómo se configura la organización social de relaciones de género, incide de manera notoria en los derechos de cada uno de los sexos.
Para la OMS el género se refiere a los roles, conductas, actividades y atributos construidos socialmente y que una cultura determinada considera apropiados para hombres y mujeres.
El concepto de Género es utilizado por las ciencias sociales desde que John Money propusiera, en 1955, el término rol de género para describir los comportamientos asignados socialmente a los hombres y a las mujeres.
Comenzaron con las luchas de feministas, defendiendo el lugar de la mujer y se fueron agregando homosexuales, trans, queer, no binarios, etc.
Elisabeth Roudinesco, en su libro: El Yo Soberano” dice respecto a los estudios de género: “Al principio, dichos estudios, se proponían comprender por un lado, las formas de diferenciación que introduce la condición sexual en una sociedad determinada , y por otro, el modo en que la dominación de un poder patriarcal ha ocultado la existencia no sólo del papel de las mujeres en la historia, sino también el de las minorías oprimidas a causa de su orientación sexual: los homosexuales, los “anormales”, los bisexuales, etc. …”(p. 28)
Describe claramente cómo las reivindicaciones identitarias se convirtieron en sociales. Los fenómenos identitarios colectivos, más complejos tuvieron que ver con movimientos emancipatorios tanto de homosexuales, de las mujeres, como de los negros, de las minorías oprimidas. Refiriéndose a estos movimientos dice: “Pero algunos de ellos, con tantas vueltas de tuerca, han acabado abrazando un narcisismo de las pequeñas diferencias y cayendo en la lógica mortífera del camaleón. No obstante, sean cuales sean sus desatinos, con los que no es posible ninguna transacción, estos movimientos siguen guiándose por un ideal de emancipación que quizá acabe prevaleciendo si son capaces de renunciar a los disparates que genera la hipertrofia del yo.” (pág.173)
También nos dice que es importante no generalizar y que en los fenómenos identitarios se habla del “sí mismo”. Y se pregunta ¿cómo hacer cuando a uno se le asigna una identidad? También señala que la especificidad humana está construida por varias determinaciones, psíquicas, sociales y por la anatomía.
Todo esto marca cuestiones importantes en nuestra época, nuestra sociedad y cultura. Por ejemplo, los homosexuales lograron en muchos países la posibilidad del matrimonio civil y la posibilidad de constitución de nuevas familias y nuevas parentalidades. Ya no sólo madre y padre podrían ser ejercidos por mujer y hombre, sino que claramente corresponderían a lugares y funciones parentales.
Quizá podemos diferenciar los conflictos que tenemos en cuenta como sujetos divididos, determinados por el inconsciente de otra serie de conflictos, que se relacionan especialmente con temas identitarios, cuyo determinismo inconsciente puede presentarse velado.
El psicoanálisis tiene que ver con el sujeto barrado, atravesado por el Inconsciente, con hacer consciente lo inconsciente.
Las teorías de género se refieren a las identidades construidas socialmente y que se iniciaron en la lucha por la conquista de derechos humanos.
En este entrecruzamiento de las teorías del psicoanálisis y de género, en su complejidad, encontramos divergencias, interpretaciones diferentes, conflictos, debates, pero podemos pensar que todo lo que permita dialogar, intercambiar aportes, sin fanatismos ni dogmas, posibilita enriquecer los aportes y conocimientos mutuos. También en el entrecruzamiento entre ambos, se plantean nuevos interrogantes, diversas reflexiones y controversias que marcan el transcurrir del siglo XXI.
Cuando alguien nos consulta por su sufrimiento, por no identificarse con su anatomía, o querer recurrir a tratamientos hormonales o quirúrgicos para modificarlo, como psicoanalistas lo importante es escuchar su padecer, poder descubrir su deseo, poder diferenciar cuadros clínicos que subyacen a lo manifiesto, tratar de hacer consciente lo inconsciente que pueda determinarlo más allá de sus decisiones al respecto. Cuando se trata de un niño o de un adolescente también es de importancia trabajar el deseo de los padres, tanto en ese momento, como en el que antecede a su nacimiento y durante su crianza, ya que determinan marcas en la constitución subjetiva y en la identidad de género.
Como psicoanalistas, cuando nos consulta un sujeto que sufre, lo importante sigue siendo la escucha abierta, sin pre-juicios ni dogmas, de los efectos del Inconsciente, la transferencia, la sexualidad infantil, el posicionamiento del sujeto. Siempre desde la individualidad de cada uno, preservando la ética, determinada por el deseo de análisis.
Bibliografía
Freud, S.: - (1986) Tres ensayos de teoría sexual. Obras Completas. Tomo VII. Amorrortu Editores.
- (1992) La organización genital infantil (Una interpolación en la teoría de la sexualidad). Obras Completas. Tomo XIX. Amorrortu Editores.
Glocer Fiorini L., Alkolombre, P. y Goldstein, M.: (2002) Psicoanálisis y Género: Tensiones interdisciplinarias. Fepal. XXIV Congreso Latinoamericano de Psicoanálisis- Montevideo, Uruguay. “Permanencias y cambios en la experiencia psicoanalítica”- Setiembre
Lacan, J.: (1988) El Seminario de Jacques Lacan. Libro 4. La relación de objeto. Editorial Paidós.
- (1990) El seminario de Jacques Lacan. Libro 7. La ética del psicoanálisis. Editorial Paidós.
Roudinesco, R.: (2023) El Yo Soberano. Ensayo sobre las derivas identitarias. Penguin Random House Grupo Editorial.
Autora
Silvia B. Bajraj, APA
Descriptores: TEORIAS SEXUALES INFANTILES / NUDO BORROMEO / FALO / GENERO / IDENTIDAD
Directora: Mirta Goldstein de Vainstoc
Secretario: Jorge Catelli
Colaboradores: Claudia Amburgo, José Fischbein, María Amado de Zaffore
ISSN: 2796-9576
Los descriptores han sido adjudicados mediante el uso del Tesauro de Psicoanálisis de la Asociación Psicoanalítica Argentina
Presidenta: Dra. María Gabriela Goldstein
Vice-Presidente: Dr. Carlos Federico Weisse
Secretario: Dr. Adolfo Benjamín
Secretaria Científica: Lic. Cristina Rosas Salas
Tesorero: Lic. Mario Cóccaro
Vocales: Dra. Leonor Marta Valenti de Greif, Psic. Patricia Latosinski, Lic. Susana Stella Gorris.