Este trabajo fue escrito por Freud en 1923 y publicado en abril en la Internationale Zeitschrift für Psychoanalyse, poco después de haberse realizado el 7 Congreso de Psicoanálisis en Berlín, donde Ferenczi presentara su Ensayo de una teoría de la genitalidad.
Tiene como subtítulo “Una intercalación en la teoría de la sexualidad”, agregado a último momento. Esto permite hipotetizar que ése iba a ser su título original (Klimkiewicz 2019).
También podemos hipotetizar que es una respuesta a Ferenczi acerca de la no existencia una pulsión genital.
Este texto es una continuación de “Tres ensayos para una teoría sexual” ya que aparece una nota agregada en 1924 pero Freud decidió convertirlo en un escrito autónomo dándole así un estatuto privilegiado.
El cambio de título implica marcar una diferencia y una ruptura respecto a la otra gran referencia que es “Sobre las teorías sexuales infantiles”, en donde la investigación sexual y la avidez de saber reintroducen la escisión psíquica y el complejo nuclear de las neurosis. Nos dice que el falo hace fase tanto en los niños como en las niñas. Señala que el representante psíquico de esa fuente de saber sexual traumática es el mismo falo, pues no tiene equivalente y en tanto tal remite a la castración. Pero no es la castración como amenaza, se trata de la castración de la madre. Se trata de esa hiancia que se halla en núcleo de la estructura.
Este texto y su antecedente “Tres ensayos para una teoría sexual” son fundamentales y vigentes a pesar de las críticas actuales desde una rápida lectura del Psicoanálisis sobre la teoría del falo.
Es aquí donde Freud lo establece como premisa universal y que va a dar pie al escrito de Lacan “La significación del falo” (Lacan 1985). Según Diana Rabinovich (1995), éste es un texto denso y central en lo tocante al concepto de falo en la obra lacaniana que culminarán en la definición de la función fálica en las fórmulas de la sexuación, de las cuales nos ocuparemos más adelante.
En este texto Lacan lo plantea como un nudo, es decir un punto en el cual distintos caminos convergen: la convergencia de los diferentes órdenes que Lacan definió como lo Simbólico, lo Imaginario y lo Real. Este nudo de estructura ya estaba escrito en Freud. Hay que saberlo leer allí donde estaba y no leer donde no está.
El falo no es el pene ni es un fantasma, ni es un órgano, es un orden de legalidad, es un ordenador del goce sexual, tampoco es un objeto parcial, al contrario, el falo es un agujero. Es la creencia infantil que mantienen imaginariamente tanto niños como niñas que todos lo tienen. Es la ilusión de completud. En este sentido, lo más logrado en su elaboración del falo es la teoría del fetiche como sustituto, como tapón. El fetiche es el sustituto del pene faltante en la madre (Freud 1986) La premisa universal hace esperar algo donde no lo hay. El falo es un “invento” del niño y de la niña para tapar la castración materna que va a dar como resultado una posición del Inconsciente (Lacan 1985).
En su artículo “Fetichismo” (1986) Freud introduce un nuevo desarrollo metapsicológico (p.144): “la represión” Verdrangung se aplicaría a la defensa contra las demandas pulsionales internas y la desmentida Verleugnung a la defensa contra los reclamos de la realidad externa” (p.148)
Ya Freud había planteado en “Tres ensayos para una teoría sexual” que no hay en el Inconsciente inscripción de la mujer (luego agregará que tampoco de la muerte).
No hay nada en el Inconsciente freudiano, nada en sus formaciones, sueños, síntomas o delirios, que nos asegures que la diferencia entre ser hombre y un ser mujer esté inscripta en él. El Inconsciente se comporta como si solamente existiera un solo sexo: el falo, el cual no es el pene, es una intelección para Freud, un significante para Lacan.
Ya que no hay inscripción de la diferencia de sexos en el Inconsciente, el Sujeto del Inconsciente no tiene género. Solamente hay identificaciones al tipo ideal de su sexo a través del Complejo de Edipo.
En “La organización genital infantil” presenta oposiciones ¿o posiciones?:
Una primera corresponde al estadio oral: Sujeto- objeto
En la organización sádico anal: Activo- Pasivo
En la fase fálica: Fálico- Castrado
Recién en la pubertad la polaridad sexual coincide con masculino y femenino.
Dice Freud: “Lo masculino reúne el sujeto, la actividad y la posesión del pene, lo femenino el objeto y la pasividad” (Freud 1975, p.149).
Éste es el único artículo donde Freud habla de Sujeto referido a una posición, en otros, lo podemos inferir, como por ejemplo en “La interpretación de los sueños”
El hombre lo tiene, la mujer lo es. Se viste de falo velándolo.
“Que el sexo sea real no da lugar a la menor duda y su estructura misma es lo dual, el número dos. Piénsese lo que se piense, no hay más que dos, los hombres y las mujeres. Se obstinan agregarle los auverneses, es un error, en el nivel de lo real no hay auverneses” (Lacan 2012, p.152-153.)
¿Quiénes son los auverneses?: En 1781, durante la batalla de Wethersfield que precedió a la toma de Yorktown, la cual luego devendría Nueva York, el General Washington se maravillaba de que los soldados franceses combatían como hombres y bailaban como mujeres. El general francés le respondió “ni hombres ni mujeres, son Auverneses”.
El mito de Tótem y tabú tiene una función clave para acceder a una teoría de los goces ya que denota una imposibilidad estructural. Poseer a todas las mujeres sólo tiene existencia a través del mito. Por eso, la referencia al padre mítico inventado por Freud devela una función radical al permitir escribir la función lógica de “no más de uno” que funda el lugar de la excepción, imaginarizado en el mito con la figura del padre totémico. Dicha excepción es necesaria y se sostiene en una existencia lógica de al menos uno que no estaría castrado y que permite constituir el conjunto de todos aquellos a los que no les está permitido acceder a ese goce. En este mito a diferencia del de Edipo, ya no se trata de la madre como objeto de deseo sino de las mujeres en tanto objetos de goce del padre y por eso mismo objetos prohibidos (Freud 1986).
El retorno a este mito freudiano le permite a Lacan extraer de allí su lógica de la sexuación. Empieza a escribir sus fórmulas en 1971. Éstas tienen como objetivo abordar las diferencias entre la posición masculina y la posición femenina en relación al goce por la vía de la lógica y no por la vía de la anatomía. En el seminario “Aún” en 1973 presenta un lado hombre y un lado mujer. Del lado hombre hay un goce fálico y la excepción. Del lado mujer está el “no todo”, no toda ella es goce fálico, existe otro goce.
Ya desde “Tres ensayos para una teoría sexual”, en su segundo ensayo, nos habla de la sexualidad polimorfa perversa como estructura inicial.
Las fórmulas excluyen la psicopatología ya que es una elección donde ubicarse si del lado hombre o del lado mujer. Del lado izquierdo, o sea del lado hombre, es un conjunto cerrado. El hombre en tanto todo se inscribe mediante la función fálica, del lado mujer es un conjunto abierto. Existe entonces una lógica de goces: “el todo y la excepción” y el “no todo” (Lacan 2012).
Las teorías de género ponen al Psicoanálisis en el banquillo de los acusados.
Según Soria (2019) hay una incidencia del discurso capitalista en la sexuación contemporánea, el cual como lo describió Lacan en 1975 también es cerrado.
El binarismo forma parte de la constitución subjetiva. Lacan partió desde el principio de su enseñanza con su famoso axioma “el Inconsciente está estructurado como un lenguaje” es decir que su arquitectura está hecha por la diferencia entre significantes: S1 y S2. El significante es lo que representa a un Sujeto para otro significante. Entre S1 y S2, en esa hiancia se produce el efecto de Sujeto. Estos binarios sí están inscriptos en el Inconsciente.
Lacan partió de aquel axioma sostenido en el binarismo del significante, pero para llegar luego a otro aforismo: “no hay relación sexual” el cual refiere a como ya dijimos en párrafos anteriores, no hay nada en el ser humano que asegure la existencia de una diferencia entre los sexos para establecer después una relación normativa o no entre ellos. Es porque hay función fálica que no se puede escribir la relación sexual.
La multiplicación de géneros se está refiriendo a distintas formas de gozar. Todo intento de resolver la identidad sexual en el ser fracasa. En el desierto del goce no hay tierra prometida, no hay oasis, sólo espejismos (Bassols, 2021)
Discurso trans o los Auverneses
Todo lo que podamos construir en el discurso de los géneros se basa necesariamente en el tránsito generalizado entre significantes y mascaradas, pero sin norma previa como brújula.
El factor fundamental de la lógica binaria del significante explica sólo como parte de la sexualidad, de las identificaciones y de los modos de orientarnos en el campo de goce.
La posición sexual no viene entonces definida por el “género” del sujeto o del objeto en cuestión, sino por lo que Lacan llama, de un modo sutil “la exigencia del estilo del deseo”. Es por eso que Lacan reformula lo “homo” y lo “hétero” de un modo que ya no regirá la lógica binaria de los sexos. Lo que define la posición no es la naturaleza supuesta del sujeto y del objeto, su carácter de género, sino su posición de goce con respecto a un objeto a-sexuado, siempre fuera de género. Nos estamos refiriendo a la invención lacaniana del objeto “a”. Es el objeto a-sexual el que está como causa de la elección y de la posición de goce.
Cuando se trata del sexo, se trata del Otro sexo ya sea para un hombre o para una mujer, incluso cuando se prefiere el mismo, es decir que la estructura heterosexual estaría en juego incluso en la homosexualidad, lo cual difícilmente se pueda entender desde el discurso de género.
Podemos responder desde el Psicoanálisis al debate suscitado por el discurso trans con el aforismo antes mencionado “no hay relación sexual”
Dice Alemán (2018) “Ninguna construcción de género, aunque se postule a sí misma contra la dominación taxonómica del heteropatiarcado, accederá ella misma y por su propia construcción performativa a una identidad plena que borre la división estructural del sujeto”
También postula como lo hemos desarrollado en párrafos posteriores problematizar el debate derivado de la denominada por Lacan lógica de la sexuación, basada en el goce a diferencia del género.
Conclusiones:
Con este escrito intentamos demostrar la vigencia en la actualidad tanto de “Tres ensayos para una teoría sexual” como la de “La organización genital infantil” con la relectura que hace Lacan del mismo. También, frente a las teorías de género sacar a la luz como ya en Freud estaban postuladas las distintas lógicas de goce.
Bibliografía
Alemán, J: (2018) Capitalismo crimen perfecto o Emancipación. Ned editores (2019) Buenos Aires Argentina.
Bassols, M: (2021) La diferencia de los sexos no existe en el Inconsciente. Buenos Aires: Grama. Argentina
Freud, S: (2018) Tres ensayos para una teoría sexual (1905) A.E. Vol. VII (1984)
- (1923) La organización genital infantil. A.E. Vol. XIX (1984) Buenos Aires Argentina
- (1927) Fetichismo- A.E. Vol. XXI: (1984) Buenos Aires Argentina
Klimkiewicz, L: (2019) Sigmund Freud Fetichismo y otros textos. (2019) Buenos Aires: Territorios. Argentina
Lacan, J: (1958) La significación del falo. Escritos 2 (1988). Buenos Aires: Siglo Veintiuno. Argentina
- (1971-1972) Seminario 19: …o peor. (2016) Buenos Aires: Paidós Argentina
Rabinovich, D: (1995) La significación del falo. (1995) Buenos Aires: Manantial. Argentina
Soria, N: (2021) La sexuación en cuestión. (2021) Buenos Aires: Del Bucle Argentina.
Autora
Susana Lentino, APA
Descriptores: TEORIAS SEXUALES INFANTILES / ETAPA GENITAL PREVIA / FALO / NUDO BORROMEO / REPRESION / INCONCIENTE / MASCULINO-FEMININO / TOTEM / GENERO / SUJETO
Directora: Mirta Goldstein de Vainstoc
Secretario: Jorge Catelli
Colaboradores: Claudia Amburgo, José Fischbein, María Amado de Zaffore
ISSN: 2796-9576
Los descriptores han sido adjudicados mediante el uso del Tesauro de Psicoanálisis de la Asociación Psicoanalítica Argentina
Presidenta: Dra. María Gabriela Goldstein
Vice-Presidente: Dr. Carlos Federico Weisse
Secretario: Dr. Adolfo Benjamín
Secretaria Científica: Lic. Cristina Rosas Salas
Tesorero: Lic. Mario Cóccaro
Vocales: Dra. Leonor Marta Valenti de Greif, Psic. Patricia Latosinski, Lic. Susana Stella Gorris.