Número Extraordinario: A cien años de La organización genital infantil de Freud. ¿Cómo el psicoanálisis dialoga con las teorías de género?
Junio 2023 - ISSN 2796-9576
Textos breves

Revisitando A Freud A Partir De Tres Ensayos De Teoría Sexual

María Cristina Martínez Cipolatti
María Cristina Martínez Cipolatti

La infancia es una etapa vital específica y diferenciada de la de la pubertad y de la adolescencia, en la cual se determina la estructura de personalidad del ser humano. Se subraya que la mayor parte de los procesos psíquicos tienen su origen en la infancia. El psicoanálisis ha contribuido a proporcionar una perspectiva sobre la infancia conceptualizándola como parte de la noción de sexualidad infantil.

Freud, además de la investigación que realizó sobre la sexualidad infantil, expone su idea sobre cómo es un infans y proporciona sus reflexiones acerca de la constitución psíquica del sujeto. Freud plantea al infans como un sujeto en vía de construcción. La idea de sujeto en el psicoanálisis se remonta a la teoría freudiana que, aunque carece de una definición formal, surge entre líneas en los textos de Freud. El sujeto se presenta con el nombre del deseo, se manifiesta extraño y ajeno al yo, inconsciente, originario de los mandatos de la pulsión. En Lacan, en la medida que su teoría avanza la noción de sujeto sufre una serie de transformaciones. El concepto de sujeto se origina en la sujeción al significante y, por consecuencia, al inconsciente. Lo simbólico-significante es indispensable para la humanización determinando al significante y, por consecuencia, al inconsciente.

 La sexualidad

 Freud se planteó explicar, a partir de la sexualidad, el origen y el funcionamiento del psiquismo humano. La sexualidad desplegada en el pensamiento de Freud se expande a todos los fenómenos de la vida psíquica. La relevancia del concepto de sexualidad y su intento de ampliarlo surge antes de lo esperado en el pensamiento de Freud.

 El análisis de los pacientes neuróticos mostró que los síntomas constituían realizaciones de deseos. A partir de su investigación clínica enuncia el valor fundamental que la sexualidad tiene en la vida del sujeto. El estudio de las neurosis le permitió a Freud descubrir que ciertas organizaciones sexuales dominan la vida psíquica de todos los sujetos sean sanos o enfermos, conformando su carácter, su inteligencia, sus síntomas.

 El deseo sexual infantil y reprimido como motor del sueño en La interpretación de los sueños (1900) se puede considerar como la primera aproximación al objeto de conocimiento que define el campo de lo propiamente psicoanalítico: el concepto de inconsciente.

 Freud señaló que lo sexual no puede reducirse a lo genital, problema que fue abordado por el autor en Las lecciones de introducción al psicoanálisis (1917) donde manifestó que ya en el lactante se observan actividades como el chupeteo y la retención de los excrementos que muestran que el niño busca el placer del órgano.

La sexualidad infantil

 En la segunda parte de Tres ensayos y en relación a la sexualidad infantil Freud sostiene que “el descuido de lo infantil forma parte de la opinión popular acerca de la pulsión sexual, la afirmación de que ella falta en la infancia y solo despierta en el período de vida llamada pubertad. No es este un error cualquiera: tiene graves consecuencias, pues es el principal culpable de nuestra presente ignorancia acerca de las bases de la vida sexual. Un estudio a fondo de las manifestaciones sexuales de la infancia, nos revelaría probablemente los rasgos esenciales de la pulsión sexual, dejaría traslucir su desarrollo y mostraría que está compuesta por diversas fuentes” (Freud. 1905, p. 157).

 La sexualidad infantil propia del niño se extiende hasta los cinco/seis años, antes de la instauración del superyó que sigue al complejo de Edipo. En 1898 Freud dio a conocer la concepción de la sexualidad infantil. Insistió en el hecho de que las etiologías de la neurosis anidaban en las experiencias vividas en la infancia, en impresiones concernientes a la vida sexual.

 La obra de Freud Tres ensayos fue editada por primera vez en 1905. Cuando se publica el ensayo fue acogido con elogios por todos los especialistas en la cuestión sexual. Roudinesco afirma que “Freud y los representantes de la historiografía hablaron de una reacción de rechazo porque la obra del maestro, en el momento de su publicación no fue reconocido como el libro inaugural de una teoría totalmente nueva de la sexualidad humana. Tuvo sencillamente una difusión normal para la época, 8 mil ejemplares vendidos en la primera época y doscientos por año en los cuatro años siguientes. Los especialistas la consideraron una obra científica ente otras” (Roudinesco, E, y Plon M., 1998, p. 1085).

 El conocimiento del contenido de Tres ensayos no fue lo que desató la asimilación del psicoanálisis a un pansexualismo, sino que fueron el Análisis de la fobia de un niño de cinco años (1909) en el que Freud aplicó su teoría de modo directo a un niño y, más tarde, Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci (1910). Entre 1910 y 1913 el pensamiento freudiano comenzó a ser visualizado como una “cosa sexual”, debido a sus pasajes sobre las teorías sexuales infantiles y acerca de la “disposición perversa polimorfa”. Lo que condujo al rechazo fue la forma de sexualizar la totalidad de la vida individual y colectiva haciendo de ella condición sine qua non de la psique humana. Se utiliza la denominación “teoría sexual” para nombrar las hipótesis del investigador y las “teorías infantiles” creadas por los niños -copulación, nacimiento, diferencia de los sexos.

 En Tres ensayos Freud comienza una línea de investigación en la que su mente científica lo condujo una y otra vez a realizar una serie de agregados, modificando de esta forma un escrito por otro escrito. Las ediciones se sucedieron a lo largo de veinte años, en los cuales su autor introdujo más modificaciones y agregados que en cualquiera de sus otras obras.

 A pesar de los anexos realizados por Freud en Tres ensayos luego de su primera publicación lo esencial de la teoría sexual ya se encontraba en la publicación de 1905. Por una parte, en este texto se destaca el contenido de la teoría sexual y la insistencia de parte Freud en relación a la importancia que le otorgaba a la vida sexual para todas las actividades humanas. Por otra parte, su propósito de amplificar la noción de sexualidad Freud hizo de la sexualidad lo más característico y permanente de la actividad humana.

 En el prólogo de la cuarta edición de los Tres ensayos Freud señala que los inicios de la vida sexual sólo pueden ser confirmados por investigadores capacitados de paciencia y destreza técnica necesarios para conducir el análisis hasta los primeros años de la infancia del paciente. En uno de los párrafos afirma que “si los sujetos supieran aprender de la observación directa de los niños los Tres Ensayos podrían no haberse escrito”.

 Su concepción fue gestada a partir de su experiencia clínica. De su amigo Fliess tomó la tesis de la bisexualidad otorgándole un contenido psíquico. Tiempo después concibió un origen traumático de la neurosis -teoría de la seducción- a la que luego renunció. Con la publicación de los Tres ensayos de teoría sexual amplía y extiende sus reflexiones al campo de la sexualidad infantil. A partir de esta época el concepto de la sexualidad infantil se convirtió en piedra angular de la teoría y de la clínica psicoanalíticas.

 El libro Tres ensayos comprende tres partes: la primera, dedicada a las aberraciones sexuales, en donde introduce por primera vez la palabra pulsión -diferente del instinto sexual- para describir las “desviaciones del objeto sexual”. Se ocupa de tres formas del comportamiento sexual: homosexualidad, paidofilia y zoofilia. Subraya que estas aberraciones, diferentes entre sí, no pueden ser consideradas una aberración, menos aún la homosexualidad tendencia inconsciente y universal presente en todos los sujetos.

 La segunda parte, tal vez la más significativa, trata de las versiones de la sexualidad infantil. En este segundo ensayo explica el complejo de castración, la envidia del pene, la noción de estadio (oral, anal, fálico, genital) quedando como integrante principal de la sexualidad infantil la “disposición perversa polimorfa”.

 En el tercer ensayo investiga la pubertad, el pasaje de la sexualidad infantil al de la sexualidad adulta a través del complejo de Edipo y la instauración de una elección de objeto basada en la diferencia de los sexos. A esta tercera parte le agregó un compendio en el cual explica sus ideas sobre el monismo sexual, señalando que la libido es de naturaleza y esencia masculina, tesis rechazada por la escuela inglesa, a cuya cabeza se encontraba Klein con ideas disímiles en este sentido a las ideas de Freud.

 La tesis que va desde la identificación de una sexualidad infantil hasta la de su parecido con la sexualidad adulta a través de los sucesivos anexos y ediciones de los Tres ensayos es aquella que, de acuerdo con una idea del tiempo cronológico, coloca al niño en el primer eslabón de una escala evolutiva que progresará hasta alcanzar la edad adulta y que se instituye en el encuentro con un objeto apropiado a su sexo.

 Las teorías sexuales infantiles

 Estas teorías abarcan la no diferenciación sexual. Atraviesan el período fálico, recurriendo a diferentes mecanismos de defensa (desmentida de la existencia de la castración o la represión pulsional). Las teorías sexuales infantiles, que fueron reprimidas en el período del complejo de Edipo, pueden regresar ocasionando síntomas neuróticos.

 En su artículo sobre Teorías sexuales infantiles (1908) Freud se refirió a la teoría cloacal que ignora la distinción entre la vagina y el ano. La mujer solo poseería una cavidad y un orifico, lo que se confunde con el ano a través del cual nacerían los hijos y se practicaría el coito. En opinión de Freud tal teoría es muy precoz.

 En la teoría de la cloaca los niños nacen por vía anal. El parir está relacionado con la sensación “de regalo” y con las heces en el Inc. se identifica entre hijo-pene-heces-regalo.

 Amor, sexualidad, deseo

 La complejidad de lo humano, ¿se limita a la sexualidad? ¿Cuáles son los vínculos entre el amor y el sexo? ¿Entre el amor y el deseo?

 ¿Qué es el amor? Tal vez uno de los temas de los que más se ocupa el hombre y el psicoanálisis. Para Dessel el psicoanálisis es un discurso que protege la dignidad del amor, aunque para muchos autores el amor no es una noción psicoanalítica. ¿Qué es lo que no se ha dicho sobre el amor y la vida erótica? ¿A quién no lo ha inquietado el amor a las personas, a los ideales?

 El término amor significa afecto o inclinación es una noción que ha ido evolucionando a través del tiempo, adquiriendo diferentes significados de acuerdo al contexto en el cual está inserto y en relación a la cultura en el momento histórico. Las maneras de expresar y sentir el amor cambian con las épocas. Cuando se habla del amor surgen los distintos tipos de amor: el amor loco o pasión, el consensuado, el amor virtual. El concepto se diversa en cuanto se piensa en las diversas experiencias eróticas. ¿Cuáles son los vínculos entre el amor y el deseo?

 El amor es el sentimiento más antiguo del mundo. Nace en el siglo XII, invención de los trovadores, imagen destacada de este tema, de los poetas líricos que componían sus obras y proponían el arte de amar. A partir de este siglo es dable encontrar historias como la de Tristán e Isolda, pareja de amantes que se enfrentan a un amor imposible y que constituyen el reflejo de la época frente a la temática del amor.

 Para Freud el amor era la proyección ideal, la imagen que el sujeto siente no poseer pero que cree encontrarla en el objeto de tal manera que poseyendo al otro es como si uno pudiera a través del otro conquistar esa imagen soñada, completarse a través del otro. El amor en los inicios de la obra freudiana fue definido como una vertiente del sexo y de la pulsión sexual, adscripto a carga y representación pulsional. Kristeva ha puesto énfasis en el discurso amoroso como un espacio de superación y expansión. En una revisión del amor acerca del trabajo de Freud habla del amor de transferencia entre el paciente y su analista. Afirma que quien no está enamorado ni se psicoanaliza está muerto”.

 Martinto de Paschero toma al “afecto” amor como pulsión de vida, Eros. Señalaba dos formas de amor: el amor sexual y el amor sublimado, que incluye” los amores tiernos y todas las realizaciones que finalmente llamamos sublimación hacia los objetos concretos o abstractos: la cultura, la belleza, el arte, la historia la humanidad” (Borensztejn, C. y otros, p. 566).

 Bauman estudió las formas de conectarse y desconectarse en las relaciones contemporáneas, describiendo un tipo de amor que se escurre y desaparece con la misma velocidad que se extingue el deseo por un objeto de consumo una vez obtenido. En su texto Amor líquido (2003) distinguió las ganas, el deseo y el amor.

 ¿Qué pasa hoy a la luz de los aportes de género? ¿Cómo se integra lo nuevo con la teoría de Freud? En su época Freud respondió a lo que tenía pero hoy, ¿se tiene una teoría psicoanalítica acorde a la evolución sexual? ¿La teoría psicoanalítica cambia por el hecho de que la cultura haya cambiado o se mantiene? ¿Cómo se aceptan las nuevas sexualidades en la vida del deseo?

 En el momento actual lo conflictivo es el cambio de género, por ejemplo, en una mujer que quiere ser varón ahí está jugando un cambio que implica un costo altísimo.

 A partir de mi trabajo pretendo abrir un campo de interrogantes que tiene que ver con la cultura actual y cómo se le da cabida a los hechos nuevos. La teoría de Freud está basada en el deseo.

 Pero qué sucede con el concepto de identidad tan estratégico como lo fue el de sexualidad en los tiempos de Freud. A mi entender la identidad está por encima de todo es la identidad la que fundamentalmente importa. La identidad es lo que permite al sujeto reconocerse a sí mismo como un conjunto distinto y diferente de los demás, como un sujeto singular. Los sucesivos cambios se dan a través del tiempo, en interrelación con el entorno histórico, cultural y social del sujeto. A través de su identidad el sujeto se percibe a sí mismo consciente de su cuerpo, de su lenguaje, de sus emociones y de sus acciones.

 Es mi deseo que podamos continuar dialogando en otro encuentro con esta temática de tanta actualidad que plantea a los psicoanalistas un sinnúmero de interrogantes, pensamientos, reflexiones.

 Bibliografía

 Borensztejn C., Alizade A. M., Glocer Fiorini L, Martinto de Paschero L., Rascovsky A. (2009). Variaciones sobre el tema del amor y la sexualidad en Revista de Psicoanálisis, Vol. XVI, (3). Buenos Aires, Argentina. Asociación Psicoanalítica.

 Freud S. (1901-05). Tres ensayos de teoría sexual en Obras completas (Vol. VII, p. 109-224). Buenos Aires, Argentina: Amorrortu Editores.

 Roudinesco E. y Plon M. (1998). Diccionario de psicoanálisis (p. 1085). Buenos Aires, Argentina: Editorial Paidós.

 Autora

María Cristina Martínez Cipolatti

Descriptores:  SEXUALIDAD INFANTIL / AMOR / SEXUALIDAD / DESEO / TEORIAS SEXUALES INFANTILES

Directora: Mirta Goldstein de Vainstoc
Secretario: Jorge Catelli
Colaboradores: Claudia Amburgo, José Fischbein, María Amado de Zaffore

ISSN: 2796-9576

ISSN: 2796-9576

Los descriptores han sido adjudicados mediante el uso del Tesauro de Psicoanálisis  de la Asociación Psicoanalítica Argentina

Presidenta: Dra. María Gabriela Goldstein
Vice-Presidente: Dr. Carlos Federico Weisse
Secretario: Dr. Adolfo Benjamín
Secretaria Científica: Lic. Cristina Rosas Salas
Tesorero: Lic. Mario Cóccaro
Vocales: Dra. Leonor Marta Valenti de Greif, Psic. Patricia Latosinski, Lic. Susana Stella Gorris.