La pandemia 2020 y su perspectiva: ¿Hay un cambio de paradigma en nuestra praxis psicoanalítica?
En perspectiva supone la contemplación del mundo desde un punto de vista, que da idea de posición, la situación que ocupan ciertas ideas con respecto al ojo del que está observando. La incógnita es para todos y cada uno de los habitantes de este planeta es: qué se piensa el día después de esta sorpresiva y letal pandemia. ¿Qué podemos pensar de lo que vendrá? ¿Qué podemos esperar? ¿Habrá un cambio de paradigma?
Después de haber trabajado durante tanto tiempo a través de las pantallas nadie puede saber lo que va a ocurrir, qué consecuencias posibles que, por ejemplo, en nuestras prácticas clínicas vamos a experimentar, si se modificarán nuestras teorías, si se agregaran otras etc. Lo seguro es que muchos interrogantes, interpelaciones, incógnitas y dudas se van a producir por largo tiempo.
Por más que intentemos hacer futurología es verdaderamente improbable que acertemos con algún diagnóstico. Es imposible capturar lo que acontecerá, no hay controles posibles ya que es imprevisible. Muchos opinan que se viene un tiempo nuevo, renovado y a su vez otros apuestan por un silencioso cambio de paradigma en el mundo y en las sociedades. Otra perspectiva de este mismo tema es cuando se dice todo va cambiar para que finalmente, nada cambie.
Es muy prematuro poder enunciar cambios en la sociedad al momento mismo en que vivenciamos este tiempo. El duelo por lo que fue está en marcha. Y, sin embargo, hay cambios subjetivos e intersubjetivos que producirán (sin ser un oráculo) algo de cambio en el ser humano. Vemos una sociedad enfrentada atravesada por un discurso dicotómico del tema de las diferencias del adentro y el afuera, el amigo-enemigo, lo propio y lo ajeno y lo extraño. La situación se hace más complicada pues la globalización provoca comparaciones entre los países y estamos situándonos en el mundo de manera patológica y con sentimientos enrarecidos.
Fenoménicamente podemos observar y describir cómo este virus ha traído todo tipo de problemáticas psíquicas como depresiones,ansiedad, déficit de atención, trastornos de personalidad y también el desgaste ocupacional De hecho la gente que trabaja online y de manera remota, como ahora lo hacemos todos, siente al finalizar la jornada mucho más cansancio, más agotamiento, estrés y en general mayor preocupación por seguir con vida.
Pero a pesar del distanciamiento necesario, llamado distanciamiento social, nosotros como psicoanalistas, nos seguimos comunicando, poniendo nuestras prácticas en acción a través de distintas plataformas como zoom, Skype, videoconferencia o por teléfono, y somos requeridos en nuestra praxis desde lugares remotos que jamás hubiéramos imaginado poder asistir. Tratamos de poner palabras, espacios de reflexión que actúen como continente para aquellas problemáticas, angustias o miedos que puedan dispararse. Esto es posible si como analistas poseemos un encuadre interno lo “suficientemente bueno”.
Tenemos que pensar en lo nuevo, desde lo nuevo. Por eso el cambio en el sujeto sobreviene a pesar de la Pandemia.
Este virus produjo un efecto social con el aislamiento. Donde se acrecentaron las ansiedades persecutorias o todo tipo de patologías. Es el “otro” que me va a contagiar y por eso la aparición de emociones primitivas como la irrupción del miedo indeterminado, la violencia entre los sujetos y como diría W. Bion un acrecentamiento del supuesto básico de ataque y fuga.
Se pone en duda y cuestionamiento de lo que es verdadero o lo que es falso.
Hasta ahora la ciencia, tenía leyes, explicaciones más o menos creíbles, pero en la actualidad sabemos que ni los infectólogos ni los institutos jerarquizados de la Ciencia, o los médicos nos dan certeza alguna. Es así que hay una manifestación constante de incertidumbre respecto a lo que puede acontecer. Una sensación de desamparo total, al decir de Freud de Hilflosigkeit.
Este es el espíritu de nuestro tiempo, nombrada por Hegel como Zeitgeist. Una categoría que comprende una gran cantidad de cuestiones y que de una u otra manera implica la subjetividad de la época, donde además de la clínica del consultorio hay una clínica de esta cultura donde el rol de lo tecnológico adquiere una significación e importancia fundamental.
Como hubiera dicho Raúl Motta, interlocutor permanente del francés Edgar Morín lo que ha ocurrido es E-NORME, (ex -normis) lo que quiere decir con esto es que lo que estamos vivenciando está fuera de la norma y es sumamente complejo.
Entonces ¿Cómo puede terminar esta horrible historia? Tal vez encontrando una vacuna o tal vez cuando aparezca un tratamiento, un medicamento y que además sea fácil de producir a gran escala.
Ya en 1927 Freud en su libro El Porvenir de una Ilusión que es una antesala de lo que va anunciar en el “Malestar de la cultura”, plantea la problemática de la cultura, de la religión y la supervivencia de la especie humana en el futuro.
En el Porvenir de una ilusión capítulo III pagina 18 señala que:
“Con el paso del tiempo, se observan por primera vez regularidades y leyes de la naturaleza, cuyas fuerzas pierden entonces sus rasgos humanos. Pero el desvalimiento permanece y, con él su añoranza del padre, y los dioses. Estos retienen su triple misión: desterrar los terremotos de la naturaleza, reconciliar con la crueldad del destino, en particular como se presenta en la muerte, y resarcir por las “Con el paso del tiempo, se observan por primera vez regularidades y leyes en los fenómenos de la naturaleza, cuyas fuerzas pierden penas y privaciones que la convivencia cultural impone”
Más adelante agrega en el capítulo VI página 31:
“Los enigmas del mundo se revelan a nuestra investigación sólo lentamente, son muchas las preguntas que la ciencia no puede responder aún. No obstante, el trabajo científico es el único camino que puede llevarnos a un conocimiento de la realidad exterior a nosotros.”
Es muy significativo el párrafo del capítulo X página 54:
“La gente se queja de la incertidumbre de la ciencia, porque hoy proclama una ley que la próxima generación discernirá como error y reemplazará por otra de validez igualmente efímera. Pero eso es injusto y en parte falso. Las mudanzas de las opiniones científicas son desarrollo, progreso, no ruina.”
Y en la página 55 finalmentesentencia: “No, nuestra ciencia no es una ilusión. Si, lo sería creer que podríamos obtener de otra parte lo que ella no puede darnos”.
En el artículo Malestar en la Cultura, capítulo II página 76 dice:“Desde tres lados amenaza el sufrimiento: desde el cuerpo propio, que, destinado a la ruina y la disolución, no puede prescindir del dolor y la angustia como señales de alarma, desde el mundo exterior, que puede abatir sus furias sobre nosotros como fuerzas súper potentes, despiadadas, destructoras, por fin desde los vínculos con otros seres humanos.”
En el capítulo VIII página 140 concluye:
“He aquí, a mi entender, la cuestión decisiva para el destino de la especie humana: si su desarrollo cultural logrará y en caso afirmativo en qué medida, dominar la perturbación de la convivencia que proviene de la pulsión humana de agresión y auto aniquilamiento. Nuestra época merece quizás un particular interés justamente en relación a esto.”
Hoy todas las apuestas están del lado de la Ciencia, del mismo modo como Freud lo esbozó.
La ciencia de hoy, que es parte de la cultura parece andar un poco a tientas respecto a las probables soluciones y todavía no hay nada. La idea de inmunizarnos o sea que de a poco nos vamos contagiando y curándonos tampoco es certera, pues no sabemos si se transformará en una gripe común y no mortal.
Por eso, por ahora, parece que, sin saber cómo será su final, esta situación de incertidumbre produce mucha angustia pues no tiene un desenlace clásico, ni siquiera sigue una lógica coherente. El problema central que tenemos ahora es cómo salir de este aislamiento y los protocolos.
¿Cuánto más puede decaer la economía? No sabemos
¿Cuándo y cómo van a comenzar las clases presenciales? No sabemos
¿Cuándo y cómo van a poder empezar los espectáculos públicos? No sabemos
¿Cuándo y cómo podremos ir a un restaurante? No sabemos
En fin, ¿cuándo se podrá vivir la vida como era, en plenitud?
Comparando esta situación de Pandemia con un río que fluye, vemos que es un río que no remata en una catarata, ni en una desembocadura, es un río que no sabemos qué final tiene, quizás se disimula perdido en el desierto, o termina siendo un río subterráneo. No lo sabemos.
Cito aquí a Séneca quien menciona que la vida se divide en tres tiempos; en el presente, en el pasado y en el futuro. Es así que el presente es brevísimo, el futuro es dudoso y el pasado cierto.
Como mencioné más arriba este tiempo es un tiempo subjetivo pues evoca aspectos que tienen que ver con el mundo interno de cada sujeto, pero el lazo social es lo que hace que no estemos tan perdidos si aprendemos a poder esperar para poder pensar y ese es el enlace pulsional con el objeto, que es poder escenificar un teatro interno, de juego y de creatividad con un otro.
Los tiempos y movimientos no son rígidos en cuanto respecta a los hábitos y a las instituciones. La historia de la humanidad está llena de renovaciones que confieren dinamismo y energía. Cada embestida contra la humanidad tiene su propia singularidad, y más allá de todos estos cuestionamientos y temores abrigamos la esperanza, no ilusoria, de una salida concreta de esta situación que nos ha aislado físicamente, pero no psíquica y mentalmente.
Es cierto que no tenemos la posibilidad de predecir, pero sin embargo no creo que podamos volver al status quo anterior, lo que sí es cierto es que No debemos habitar la desesperanza pues eso nos va a ir consumiendo y desnutriendo afectivamente, debemos sostener y profundizar el psicoanálisis, con sus múltiples escuchas y aggiornarlo con pensamientos creativos teniendo en cuenta la realidad epocal.
Resumen
Cuando es amenazada la supervivencia, empezamos a retrotraernos y protegernos de los peligros externos.
Surgen infinitas preguntas que conmueven a la humanidad toda, en este mundo globalizado ¿Cómo terminar con esta horrible historia amenazante?
Autor/es:
Margarita Szlak de Cederbojm
Descriptores: CAMBIO / SOCIEDAD / DUELO / ADAPTACIÓN / PSICOPATOLOGÍA / LAZO SOCIAL / LO INTERSUBJETIVO /
Palabras clave: PANDEMIA / ESPERANZA / PROCESO
Directora: Mirta Goldstein de Vainstoc
Secretario: Jorge Catelli
Colaboradores: Claudia Amburgo
José Fischbein
Los descriptores han sido adjudicados mediante el uso del Tesauro de Psicoanálisis de la Asociación Psicoanalítica Argentina
Presidenta: Dra. María Gabriela Goldstein
Vice-Presidente: Dr. Rafael Eduardo Safdie
Secretario: Dr. Adolfo Benjamín
Secretaria Científica: Lic. Cristina Rosas de Salas
Tesorero: Dr. S. Guillermo Bruschtein
Vocales: Dr. Carlos Federico Weisse, Dra. Leonor Marta Valenti de Greif, Lic. Mario Cóccaro, Dr. Néstor Alberto Barbon, Psic. Patricia Latosinski, Lic. Roxana Meygide de Schargorodsky, Lic. Susana Stella Gorris.