La Escena en el montaje del Homúnculo del Encéfalo. El Yo y el Ello

Es un año de aniversarios, entonces nuestro pasaje de lectura y travesía nos descubre un tiempo pleno de intensidad,  con  el encuentro esta vez, del Yo y el Ello. (Freud, S., t.XIX 1923).

Y así permitir nuevamente la afirmación de la riqueza conceptual que nuestro maestro posibilita para pensar temáticas diversas.

El movimiento nos llevó, digo esto por la pertenencia a las propuestas de investigación de la Secretaría Científica y el tema sugerido para este año: ``Diferencia y Diversidad. Sostener el interrogante ante la urgencia de la certeza`` que avanzó  en la profundidad, lectura e intercambio que cada uno de nosotros realizó en el marco de inclusión en lo subjetivo y colectivo en La Comisión de Cultura de La Asociación Psicoanalítica Argentina.

En la continuidad y deseo de plasmar un lazo que liga un adentro y un afuera, un arriba y abajo, en el cómo pensar creativo.

 Es así como la lectura  permite afirmar que cada artículo de Freud, nos implica en una mirada y descubrimiento-redescubrimiento que  hace relación entre pensamiento, clínica, teoría y creatividad,  habilitándonos a decir.

Hallazgo  de una riqueza inabarcable en cada línea propuesta por Freud desde el artículo sugerido y como telón: ``su nitidez y respaldo``.

Para esta travesía tomaré esta serie, cultura, homúnculo del encéfalo y bisexualidad, que se desprendieron, de mi lectura y relectura del artículo que nos invita.

Una vez creada la línea subí al bus y viajé inquieta y cómoda a la vez, para dar cuenta de la palabra a transmitir.

Qué quiero decir:

Que cada ``letrita``, que como hormiga inquieta, marca senderos, descubrir el derrotero freudiano, y su decir, son un intento de dar respuestas a mil preguntas, y mesetas a advenir  que nos dan vueltas a los  psicoanalistas.

Y así es cómo la revelación de la existencia del homúnculo del encéfalo -de Peinfield – su descubridor permitió la organización de este viaje y objetivo.

Freud lo trae a manera de hablar del aparato psíquico y las diversas formas en las que va definiendo al yo, con sus raíces, con su cintura y movimiento para manejarse entre Ello, Superyó y Mundo Externo, y lo ubica con la figura  del homúnculo del encéfalo, y cabeza abajo.

Con mucha curiosidad dije:

Cómo será?. Y ahí me encontré con el homúnculo.  Fantasma en el cerebro que también tiene poesía.

Freud, en el capítulo II del Yo y el Ello viene hablando con  claridad,  del yo y desde allí hallé  la posibilidad de encontrar en ese lugar citado  ``al hombrecito en nuestra cabeza``.

Al investigar esta temática se reveló  el problema filosófico del homúnculo del encéfalo y el hombrecito,  pudiéndose tomar en dos acepciones: 1. El homúnculo espiritual, que sugiere que para intentar abordar el estudio de la intención, la voluntad el control o el yo (las fuerzas internas en torno al cerebro) apelamos a una especie de hombrecito en nuestra cabeza que conduce nuestra mente y susurra lo que queremos, como el angelito y o demonio de los dibujos animados que nos aconsejan qué hacer. Representación del libre albedrío.

 Este hombrecito, es espiritual o mágico, no es neuronal, y para funcionar requiere de otro microhombrecito en su cabecita, y así sucesivamente, como en esas muñecas rusas de la primera causa y 2. Y el homúnculo material para indicar la existencia en el cerebro que es un mapa de nuestro cuerpo. Oh hallazgo del lugar de unión mente cuerpo.!

 Este descubrimiento, de ese hombrecillo nos permite indagar en su pasado y presente tal y como daría cuenta la  silueta dibujada de una persona asesinada  en la escena del crimen. (Las Huellas de nuestra evolución en el cerebro: el homúnculo de Penfield). Art. Neurociencia.

 Es un canal de comunicación, no verbal, que facilita la interacción social y que supone una clara ventaja para transmitir información eficaz.(Gomez Durán, E. fantasmas en el cerebro, cap. 7).

Entonces desde allí pasamos a preguntarle:

En mis conversaciones  con el hombrecito del homúnculo del encéfalo propuesto por Freud en el yo y el ello que viene a abarcar con su analogía el mapamundi , plano del viaje, y  conduce a  preguntas que son asentamientos de los lugares por recorrer, en  este  sendero de conocimiento. Por ejemplo le podemos preguntar autorizados por su constante movimiento lo siguiente:

*Qué dirían las feministas o las cuestiones de género identitarias , de tener que aceptar que hay un hombrecito adentro, que conduce nuestro derrotero.?

Ya allí, hay un problema, cuestionarán a  Penfield, - que con la letra de su apellido desglosa pen – field, pen-pencil-field *campo de escritura* y le dirían que es un nuevo rebrote  del patriarcado, discutirían con él, lo cuestionarían.?

Como nosotros seguimos adelante interrogamos a ese rumor y le decimos:

*Están en ese lugar y mapeo las respuestas que nos sugieren  en el pasaje del tiempo las líneas que  marcan la emergencia, de este nuevo discurso social.?

*Es ese lugar también de la percepción o autopercepción de cómo nos vemos, y están allí las bases del binarismo, o nos dice  cómo se construye, por ejemplo a manera de alucinación el cuerpo que tenemos.?

*Esa respuesta se la pedimos al hombrecillo.? Hacemos coincidir  lo que pensamos y sentimos, -polo motor y sensitivo -, para luego inscribirlo en el cuerpo, como marcas de la escena?

*Está en ese mapeo, la historia que nos pone en dónde estamos.?

*Nos sirve esa respuesta?

*Pensamos los analistas que fue distorsionada nuestra letra -textos sagrados- en relación a la autopercepción?

* Lo que veo soy, y el deseo de los padres?

*Se tramita el pensamiento como percepción?

*Se funciona solamente con la serie Placer – Displacer?

*Es importante la respuesta, de  qué hacemos con nuestros labios y con nuestras manos?, las transformamos en utensilios gigantes para dar cuenta que somos capaces de hacer lo que pensamos?.

*La ciencia responde con sus instrumentos, pastillas, bisturí, hormonas para contestarle a ese hombrecillo del homúnculo, para cuestionarlo, transformarlo en masculino, femenino o apelamos a la  palabra, a interrogarnos, a intentar la pregunta aunque no tenga respuesta y vivir con ello, para seguir preguntándonos en una historia sin fin.?

*Es ese personaje quien nos conduce a responderle que no le hacemos caso, que decidimos, que hacemos con otra pregunta un infinito de Cantor sin respuestas, ponemos límites?.

*Es una marca, y en tanto accionar sobre este término inscribimos un nuevo mapeo, lengua otra, que modifique ese hombrecito y el otro y el otro.?

*Con lo motor, y lo sensible, desafiamos el cuerpo con el arte. ?

*Que influencia inscribe en ese lugar un mundo de padecimientos, donde accionamos sobre el cuerpo.?

Desde Freud, en su  agradecimiento y al homúnculo que en su descubrimiento sube a escena, para pensar también las políticas de vida.

Representaciones del Homúnculo del Encéfalo.

Referencias Bibliográficas

Cedrón, J. A.   Poesía ``Esos Fantasmas``. https://www.palabravirtual.com

Freud, S. (2012 [1923]). El yo y el ello. Cap. II: El yo y el ello (Vol 19, pp. 27-28).

             Cap.III: El Yo y el Superyo (ideal del yo) (Vol.19, pp 34-37) .Ed. Amorrortu. Buenos Aires.  Argentina.

Gomez Milán, E. : El Homúnculo. Fantasmas en el cerebro. Cap. 7. Universidad de Granada. https://www.ugr.es.

Gordillo León, F y Mestas Hernández, Lilia.: Art. Las huellas de nuestra evolución en el cerebro: El Homúnculo de Penfield. https://www.researchgate.net.

Juarroz, R. : Poesía Vertical. Primera Poesía vertical. 27. Poesía Vertical. Ed. Visor.2007

Autora

Norma N. Cavalieri, APA

Descriptores : CULTURA / PSICOANALISIS / YO / ELLO / APARATO PSIQUICO / BISEXUALIDAD

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