La cultura On-Life. Una clave para comprender la subjetividad de la época
Abril-Agosto - ISSN 2796-9576
Textos breves

La tecnología, ¿le clavó el visto a la subjetividad

Lida Micaela González
Lida Micaela González

Es sabido que la tecnología avanza, pero ¿todo avance es progreso?
La subjetividad se construye con un otro. Un otro semejante que, en el mejor de los casos, deseó tener un hijo, el cual es subjetivado desde el estado intrauterino: se le pondrá un nombre, se lo educará, y se depositará sobre él, mandatos, anhelos y deseos. Se esperará de él, ciertas cuestiones para “ser” y “estar” en el mundo, no sólo por sus padres (“His majesty the Baby”), sino por su clan, del cual será parte. Nacerá, e incorporará el tesoro de los significantes, se apropiará de una lengua materna, posteriormente caerá en el período de latencia y luego atravesará el segundo despertar sexual en la adolescencia.
Ahora bien, la tecnología cada vez se encuentra más al alcance de las infancias. Cada vez se observan más niños y niñas utilizando celulares, sea para ver dibujos animados o jugar juegos tecnológicos.
¿Podríamos pensar que un celular podría operar como un otro? ¿Es acaso ese objeto, un sustituto de los objetos parentales que se lo usa para cuando los niños/as se ponen inquietos, se aburren o simplemente para mantenerlos ocupados? ¿Es posible pensarlo como un objeto transicional? ¿Es acaso el celular el “nuevo” falo? ¿Es aquello que nos recuerda el caso de Juanito y la frase "todos tienen"?
Pero, ¿Qué ven las infancias cuando ven las pantallas? ¿Qué información adquieren y asimilan? ¿A qué juegan? ¿A caso puede pensarse que hay juego simbólico o es un juego ya dado, que impide el despliegue del juego creativo tan necesario en la infancia para la construcción de la subjetividad?
Por otra parte, la adolescencia, una etapa de metamorfosis, donde la exogamia se vuelve necesaria para producir la separación y salir hacia un mundo más allá de las puertas de casa. ¿Es posible la separación cuando se está alienado a un objeto (celular o PlayStation) que quizás funcione como objeto transicional del cual nunca se termina de transicionar porque no se los suelta? ¿Es posible pensar que el intercambio digital con otros, por ejemplo, a través de WhatsApp, reemplaza la sociabilización, dónde hay que ir al encuentro con el otro poniendo el cuerpo? “Me clavó el visto”, “no me responde”, “está línea y me ignora”, son sólo algunas de las frases de la época que aparecen en el consultorio, y no solo en adolescentes. ¿Es acaso que la tecnología y sobre todo las redes, dejen al otro en espera? ¿En pausa? ¿o tendrá que ver con una imposibilidad de responder?
Se suma además la inteligencia artificial, que podría funcionar, a diferencia de un otro de carne y hueso, como un otro tecnológico siempre disponible y al alcance de un pulgar. Un otro omnipotente que todo lo sabe y todo lo responde de manera inmediata. En este punto parece ser que el sujeto es objeto de la era tecnológica, que lo empuja a ver, lo que un sistema digital, digita que vea, con fines consumistas o ideológicos, y muchas veces económicos.
La era tecnológica y las redes (no humanas, sino digitales), también proponen un mundo virtual, donde la pulsión esópica es la que prevalece. Todo está a la vista, hay una mostración al otro, ¿pero de que otro se trata? Otros que hacen de todo para un “like” o conseguir “seguidores” (seguir a quién y hacia donde, por cierto) que los admiren e idolatren, aunque muchas veces el narcisismo les quede tambaleando por ser criticados en fotos y videos que muestran sus cuerpos y opiniones. Y en el extremo opuesto, subjetividades con narcisismos imposibles de agujerear, imposibilitados de libidinizar a otros.
La era tecnológica y digital (todo al alcance de los dedos) puede traer beneficios, pero ¿puede pensarse que lo tanático tenga más empuje a manifestarse? Si esto es así, ¿será que las nuevas subjetividades construidas en esta era tengan más empuje al goce?
Lo tecnológico y digital evitan gran parte del contacto humano, tan esencial para el armado de las redes de contención y del proceso de socialización tan necesario para la construcción de la subjetividad. Deja por fuera, quizás como objeto resto, un abrazo, una mirada amable y amorosa, una sonrisa. Deja por fuera la meta comunicación, tan necesaria para comprender lo que el otro dijo y, a consecuencia, muchas veces aparece la rumiación obsesiva por entender el mensaje y el accionar del otro; o la dificultad para preguntar, porque así uno da a conocer su falta.
¿Es posible pensar que la tecnología acelera la comunicación, pero obstaculiza el modo de vincularse?. ¿En qué lugar queda la construcción de la subjetividad cuando la tecnología se impone y parece ser que prevalece el vínculo digital, más que el de carne y hueso?
Muchas veces este vínculo digital queda coartado por no responder a tiempo, por estar siempre a des-tiempo del otro. Se obstaculiza así el discurrir de la comunicación humana, y se producen enormes malos entendidos.
¿Es posible que tanta tecnología, atente contra la construcción de subjetividad? Creo que sabremos a modo de “nachträglich”, de “aprés-coup”, las consecuencias que tendrá en las subjetividades nacidas en la nueva era tecnológica. Por lo pronto, en la clínica, nosotros los psicólogos, nos encontramos con padecimientos subjetivos, tales como depresión, ansiedad, apatía, aburrimiento, “burnout”, por sólo nombrar algunos de los síntomas más propios de la época, quizás producto de tanta aceleración tecnológica y pobreza en los vínculos.
Sabemos que nuestra clínica, es una cura través del amor. Con lo cual podemos mencionar que nada podrá superar, ni aún la tecnología, aquello tan necesario para la construcción de la subjetividad, el don de amor. El amor de un otro ser humano, de carne y hueso.

Bibliografía

Freud, S. (1914) Introducción del narcisismo. En Obras Completas. (Tomo XIV). Buenos Aires: Amorrortu Editores.
Lacan, J. (1964/1990). El sujeto y el otro: la alienación. En J, Lacan. Seminario XI. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Buenos Aires: Paidós.
Lacan, J. (1953-54/1990) La báscula del deseo. En J. Lacan. Seminario I. Los escritos técnicos de Freud. Buenos Aires: Paidós
Lacan, J. (1957-58/2003) El significante, la barra y el falo. En J, Lacan. Seminario V. Las formaciones del inconsciente. Buenos Aires: Paidós.
Winnicott, D. (1972) Objetos transicionales y fenómenos transicionales, Realidad y Juego. Gedisa, Barcelona.

Autora:

Lida Micaela González
 
 

Directora: Lic. Meygide de Schargorodsky, Roxana
Secretaria: Dra. Tripcevich Piovano, Gladis Mabel
Colaboradores: Lic. Felman, Fanny Beatriz, Dr. Corra, Gustavo Osvaldo

ISSN: 2796-9576

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Los descriptores han sido adjudicados mediante el uso del Tesauro de Psicoanálisis  de la Asociación Psicoanalítica Argentina

Presidenta: Dra. Rosa Mirta Goldstein
Vice-Presidente: Lic. Azucena Tramontano
Secretario: Lic. Juan Pinetta
Secretaria Científico: Dr. Marcelo Toyos
Tesorera: Dra. Mirta Noemí Cohen
Vocales: Lic. Laura Escapa, Lic. Jorge Catelli, Lic. Silvia Chamorro, Mag. Perla Frenkel, Lic. Gabriela Hirschl, Lic. Silvia Koval, Lic. Liliana Pedrón