Número bilingüe : A cien años de la publicación de "El yo y el ello", nuevas lecturas
Noviembre 2023 - ISSN 2796-9576
Textos breves

La imposible identidad del yo : Sobre la impostura posmoderna (1)

Alicia Killner
Alicia Killner

Iago: “I am not what I am”

The Tragedy of Othello, the Moor of Venice

 Escena I, Acto I

 W. Shakespeare

Freud da comienzo a la escritura de El Yo y el Ello(2), y en el acápite primero no deja de reafirmar que piensa que el centro nodal del psicoanálisis es la proposición del inconsciente como aquello que moldea los síntomas e incluso, más allá de ellos. La existencia de una instancia inconsciente no queda abandonada por Freud, aunque avance con una tópica nueva que le sirve además para postular que la personalidad psíquica más que nada aparece “descompuesta”. La descomposición de la personalidad psíquica es el título de la conferencia que retoma de un modo sintético a casi todos los aspectos del libro de El Yo y el Ello.

A un siglo de su publicación, que data de 1923, evocar este libro, es una celebración y un homenaje a aquella obra notable que puede inscribirse en lo que se llamará “la vuelta del 20”, un giro insoslayable producto del encuentro con todo aquello que, en lo inconsciente, es lo no reprimido, lo no simbolizado, es lo insabido, lo que no tiene ligadura ni representación (lo que hoy llamamos algunos: Lo Real).

Tan sólo para situar un tema, una fecha y una puntuación de la escritura freudiana, con el Más allá del principio del placer, y su encuentro de la pulsión de muerte, se inicia lo que, sin embargo en mi lectura, ya se prefiguraba en Das Unheimliche(3), lo siniestro, traducción impropia (como casi todas), es un artículo que habría estado casi concluido en 1913 pero que recién Freud por invitación a escribir un “trabajito” sobre literatura presenta en 1919 para su publicación en Imago, una revista literaria. Ese trabajo (nada pequeño) abre las líneas a futuro de lo que habría de llamarse el giro del 20 y contiene algunas ideas sustanciosas para articular algo en relación a la pulsión en la que se explayará más tarde en el Más allá del principio del placer sobre aquello que, siendo lo más propio de la pulsión, no admite una satisfacción plena.

Usamos más arriba la palabra descomposición porque es la misma con la que Freud titula su conocida Conferencia 31. Y allí también cree Freud que el Yo y el Ello es una continuación lógica de su trabajo sobre el Más allá del principio de placer.

La idea de un yo, que fue la que nos interesó para poder trabajar lo que Elisabeth Roudinesco traía sobre las derivas identitarias, en su libro El Yo soberano(4) (Soi même comme un rol) y el despliegue del concepto de identidad tan poco caro al psicoanálisis puso a trabajar la tensión que el sello identificación (móvil y cambiante) juega con la identidad como el campo de pertenencia de un sujeto a una raza, una nación, una disidencia sexual, a una religión que lo lo liga de un modo definitivo y desde la cual opera una cierta posición fija en la escena de mundo. 

Roudinesco se interroga sobre ese YO-SI MISMO de un modo particularmente actual, ese yo que sabe de sí y de su goce, que puede hablar de su identidad como único autorizado para ello. Para eso ella toma una posición particular y ubica una ruptura en la sociedad, y al mismo tiempo en los sujetos que la componen que temporalmente coincide con la caída del muro de Berlín. Ese desahucio de los ideales revolucionarios que arrastraron a más de una generación, producen, para Roudinesco los años 80 que son el comienzo de una vuelta hacia el yo, hacia el yo en la literatura, con las ficciones del yo, como ejemplo y al yo en tanto identidad consigo mismo, que, renunciando a cambiar el mundo, se interesa en ser reconocido en tanto identidad. Será necesario recordar que la identidad es tanto lo idéntico (al otro) como aquello que nos hace un sujeto único, como cuando le pedimos a alguien su “documento de identidad”. Como si la misma palabra encerrara ya una gigantesca paradoja.

Qué es ser contemporáneo

Elisabeth ejerce este oficio extraño de historiadora y psicoanalista y ha intervenido en lo que llamamos actual en este libro que y en muchos otros anteriores. ¿Qué es ser contemporáneo? “¿De quién y de qué somos contemporáneos? Y, ante todo, ¿qué significa ser contemporáneos?” En uno de sus cursos en el Collège de France, Roland Barthes lo resume de esta manera: “Lo contemporáneo es lo intempestivo”. 

En 1874 Nietzsche publica “Consideraciones intempestivas”. “Esta consideración es intempestiva”, así se lee al principio de la segunda “Consideración”, “yo pienso que todos somos devorados por la fiebre de la historia, pero por lo menos tendríamos que darnos cuenta”. Nietzsche coloca su pretensión de “actualidad”, “su contemporaneidad” con respecto al presente, dentro de una falta de conexión, en un desfasaje. Pertenece verdaderamente a su tiempo, es realmente contemporáneo, aquel que no coincide perfectamente con él ni se adapta a sus pretensiones, y es por ello, en este sentido, no actual; pero, justamente por eso, justamente a través de esta diferencia y de este anacronismo, él es capaz más que los demás de percibir y entender las oscuridades de su tiempo.

La contemporaneidad es esa relación singular con el propio tiempo, que se adhiere a él, pero, a la vez, toma distancia de éste.

Así Roudinesco, en el libro que nos tocó comentar con ella, ejerce un oficio de historiadora del presente, un oficio muy propio del psicoanálisis. 

 Who are you? 

La causa de la época es la de la víctima, alguien que busca (sin descanso) al culpable por su dolor, que es el dolor de existir, es necesario subrayarlo, para que pague por el daño que se ha infligido al sujeto. 

Vemos que en poco tiempo las discusiones, los tópicos de ellas, van cambiando de manera vertiginosa, Si la epidemia de hace unos 15 años era la de depresión y la fatiga crónica hoy la epidemia es lo trans género que se articula en este libro con todo el arco completo de esta y otras pasiones identitarias. 

Ojalá pudiéramos definirnos con una palabra. Como cuando en Alicia en el País de las Maravillas (5) (del tan admirado por Jaques Lacan, Lewis Carroll)  en una escena emblemática y por cierto tan bien lograda en la versión de Disney en los 50´s, la oruga azul fuma un narguile e interroga a Alicia con insistencia: “Who are you?.

Cómo definir quién soy. Una de las preguntas, sin duda, más difíciles de responder, que es justamente aquella sobre la identidad que inevitablemente en Alice y en cualquiera, remite a la “no identidad “del sí mismo Alicia se confunde y sabe que ya no sabe, ha pasado por tantos cambios “que no está tan segura.” No hay un referente tal como la identidad, que al menos no refiera a otra cosa. La oruga insiste sin retroceder, le pide a Alice que recite un poema, la niña confunde los versos, pero peor aún, en la mitad la oruga, tan exigente acerca de quién es la niña, se metamorfosea ella misma en mariposa y se retira volando de la escena, Conclusión: Ni aquel que pregunta está tan bien parado. Esa es la pesadilla del ser. 

 Lo transgénero, pero no sólo

Lo que tal vez sea aún más epidémico es la intencionalidad o el fantasma de la ciencia que pretende cambiar los mecanismos y las morfologías, que cree poder acomodar un cuerpo a la sensación, o a lo que se llama autopercepción, lo más yoico, en el peor de los sentidos que pudiera ocurrir. ¿De qué sirve liberarse de la cárcel de un cuerpo equivocado y de una asignación que nos otorga el Otro, para empezar una condena de por vida a medicalizarse por siempre? 

El Yo soberano, y no viene más a cuento en este punto citar a Paul Ricoeur que titula su libro, Soi meme comme un autre(6), que no descarto sirve de inspiración a Roudinesco para poner incómodo al Yo, no tan soberano. Es casi una ironía de la figura freudiana de los vasallajes del yo, que como Arlechinno sirve a varios Amos.  

¿Quién es el amo de mi cuerpo, acaso soy Yo? Así como Paul B. Preciado cita a los analistas como personajes de la En la Colonia Penitenciaria, ¿no podría afirmar que tengo acaso con mi cuerpo la extraña relación de alteridad de Gregorio Samsa con el suyo en La metamorfosis de Franz Kafka? 

El Zeitgeist de la época es lo que atañe a las identidades que requieren ser reconocidas en el plano de un cierto conformismo o resignación de que el sistema ya no puede ser cambiado el capitalismo liberal y una distinta salida o máscara de la salvación es la lucha identitaria. Nada va a cambiar, pero al menos Yo quiero ser reconocido, quiero ser respetado. 

 Susceptibilidad normativa

En nombre de la libertad y, otra vez de manera curiosa se ha establecido una policía brutal del pensamiento y de la palabra. Solo la víctima puede hablar en su nombre o en el de las demás. ¿Quién puede hablar de los negros? O de las mujeres, sólo un negro o una mujer.  Roudinesco se encarga de aclarar que nada más emblemático que Rosa Parks negándose a dejar su asiento para blancos en el ómnibus de la ciudad, pero parece decirnos que esta práctica tan de nuestro tiempo es casi capaz de borrar lo heroico de su acto.

Esta deriva y sus enloquecidas versiones pasionales se parecen a una versión posmoderna del cristianismo que comienza como una religión del amor para terminar convirtiéndose en un ejercicio violento y controlador de purezas y santidades. ¿Será el destino del amor terminar siendo siempre odio?

Tal vez esa sea la mayor crítica que puede con cierto sesgo psicoanalítico leerse en El Yo Soberano, ensayo sobre las derivas identitarias, las sobre aquello que de tan prohibido digamos cada vez menos, puede decirse. Las palabras o las expresiones muy mal vistas de nuestro tiempo y que pueden intentar pasajes enteros de libros, de guiones teatrales que tienen siglos. Un poco como leer 1984 en clave de hoy, de ciertas cosas ya no se habla. 

 Referencias

(1) Síntesis de algunas reflexiones de la Comisión de Cultura en relación a lo trabajado en 2023.

(2) Se ha tomado la lectura de El Yo y el Ello manuscritos inéditos y versión publicada, revisada por Juan Carlos Cosentino.

(3)Se ha tomado la lectura de Das Unheimliche, versión bilingüe revisada por Juan Carlos Cosentino.

(4) E. Roudinesco El Yo soberano. Ensayo sobre las derivas identitarias (2018)

(5) Carroll, Lewis (1998). Alicia anotada: Alicia en el país de las maravillas. A través del espejo. Edición de Martin Gardner.

(6) Paul Ricœur Soi-même comme un autre 

Autora

Alicia Killner, APA

Descriptores: YO / IDENTIDAD / IDENTIFICACIÓN

Candidato a Descriptor: CONTEMPORÁNEO / TRANSGÉNERO

Directora: Mirta Goldstein de Vainstoc
Secretario: Jorge Catelli
Colaboradores: Claudia Amburgo, José Fischbein, María Amado de Zaffore

ISSN: 2796-9576

Los descriptores han sido adjudicados mediante el uso del Tesauro de Psicoanálisis  de la Asociación Psicoanalítica Argentina

Presidenta: Dra. María Gabriela Goldstein
Vice-Presidente: Dr. Carlos Federico Weisse
Secretario: Dr. Adolfo Benjamín
Secretaria Científica: Lic. Cristina Rosas Salas
Tesorero: Lic. Mario Cóccaro
Vocales: Dra. Leonor Marta Valenti de Greif, Psic. Patricia Latosinski, Lic. Susana Stella Gorris.