La subjetividad en la era de la imagen
Mayo 2024 - ISSN 2796-9576
Intersecciones

Intersecciones con artistas - Acerca de la Imagen como entidad y su dinámica en el tiempo. Diálogo con Mariano Sapia, pintor

Gustavo Corra
Gustavo Corra

Pantalla, Mariano Sapia (2011)

Introducción

Desde el psicoanálisis el concepto de imagen está ligado constitutivamente y desde todos sus abordajes a la metapsicología. También lo está a otros desarrollos científicos tales como la filosofía la semiótica, la lingüística etc. 

Ya desde los comienzos de sus estudios de los sueños junto a Jung, Freud (1901) toma la idea de "Imagen Onírica", comparte también con este autor el concepto de "Imágenes Arquetípicas" que desarrolla, entre otras, en su obra “La interpretación de los sueños”.

También la idea de Imagen está ligada al concepto de representación y los infinitos desarrollos que se han hecho a partir de este. Los autores post freudianos han trabajado acerca de la Imagen, la escuela inglesa lo toma, relacionado a representaciones de "objetos buenos y objetos malos" por nombrar algún desarrollo, la escuela francesa desde Lacan de manera más sofisticada sustenta sobre la Imagen la teoría de los tres registros y podríamos seguir citando teorías y reflexiones que desde el psicoanálisis arrancan desde la imagen.

Los masivos adelantos teóricos científicos y tecnológicos de comienzos de este siglo y de fines del siglo pasado han girado también alrededor de la concepción y de nuestra relación con la imagen.

Volviendo al mencionado Arquetipo, la imagen a lo largo de la historia del hombre ha ocupado distintos estatus. En algunos casos como símbolos que al formar sistemas devinieron en lenguajes. Ha sido producida y utilizada de maneras muy diferentes, como referente geográfico, como método de expresión, como forma de difusión, como expresión artística, como vehículo de propaganda política etc. Su producción fue al principio patrimonio de unos pocos, ya sea por su habilidad de perpetuarla desde alguna técnica, ya sea por el poder necesario para su producción.

La imagen que tal vez comenzó siendo un trazo con una piedra sobre una superficie, transita un infinito camino hasta el de transformarse en prácticamente una "prótesis" humana que nos permite desde un artefacto en nuestras manos conectarnos y además crear imágenes. La informática nos permite a la vez de tener acceso, la posibilidad de producir imágenes, alterar imágenes, mejorarlas, adecuarlas a distintos parámetros estéticos, enviarlas a cualquier punto del universo y además, borrarlas.

El homo sapiens desde su cambio de forma de marcha hacia la bipedestación se ha encontrado con un horizonte más visual que olfativo y a través del tiempo ha perfeccionado más esta percepción, es así que las imágenes auditivas, táctiles y olfatorias han perdido relevancia frente a las imágenes visuales, y también han cambiado en su relación y su importancia para el hombre.

Una de las preguntas que surge es que siendo que la teoría y técnicas del Psicoanálisis se sustentan y giran alrededor de las imágenes, ¿de qué manera incide en éstas este cambio de vínculo? El vínculo del hombre y la imagen se encuentra en un momento particular, ya sea por lo masivo, por lo técnico, por la capacidad de percibir, la capacidad de emitir y compartir imágenes de todo tipo.

Tal vez en la técnica psicoanalítica es donde se materializa de manera más masiva y concreta: el diván que abstraía al analizado de la imagen visual del analista ha evolucionado en infinidad de casos a una pantalla en la que circulan las imágenes auditivas y la imagen visual;  contrariamente, se focalizan en el rostro del analista y el analizado y su entorno próximo.

Un ejemplo a tener en cuenta: En las últimas décadas hemos transitado grandes cambios culturales que en occidente modificaron por completo las coordenadas de las cuestiones de género y elección de objeto sexual tanto en su meta como en su fin. Esto ha cambiado diametralmente para muchos la manera de entender el modelo de la psicopatología freudiana tanto en sus conceptos estructurales como dinámicos.

Artículos como “Tres ensayos para una teoría sexual” (Freud, 1905) parecen escritos para la descripción de un psiquismo que no es el actual. Ordenes diagnósticos tales como la degeneración, las perversiones entre otros se ven ante la necesidad de ser replanteados y reubicados dentro de una nosografía y una teoría más actual del psicoanálisis. La Imagen de la mujer portadora de la insinceridad y la envidia del pene como elementos constitutivos de su estructura estarían en las mismas condiciones.

¿Algo similar podría estar ocurriendo con nuestro vínculo con la producción y difusión de imágenes?

El carácter sagrado de las imágenes que en tiempos pasados provenían del poder de quienes las creaban, ¿no se enlaza en contenidos internos en que las "Tópicas freudianas" necesiten la reubicación de elementos de manera inevitable?

Así como el paso del politeísmo al monoteísmo genero un “reseteo” de lo psíquico, la “banalización” de la imagen en términos de su producción y utilización ¿no genera la necesidad de nuevas o distintas propuestas teóricas para nuestra ciencia?

Teniendo en cuenta a la génesis de la imagen como patrimonio de la creación artística, y esta vez desde esta perspectiva, nos resultó atractivo invitar a nuestras reflexiones a un artista, un pintor, un profesional de la imagen. Mover el cristal e intentar una mirada desde este ángulo. Convocamos a hablar de la Imagen a alguien que además de su obra es reconocido por su aporte al conocimiento y difusión del arte y su historia desde una larga trayectoria.  Abrimos entonces el dialogo con Mariano Sapia a quien agradecemos desde La época Online su participación y su entusiasmo en el tema que nos convoca.

GC: _ Hola Mariano, y gracias por compartir esta charla con La época online. Abro con dos preguntas que puedan “marcar la cancha” de nuestro común abordaje al tema de la Imagen. ¿Qué podríamos entender como imagen desde el arte?, ¿Cuáles serían los aspectos de la imagen ligados a una época?

MS: _Se podría pensar en el mundo actual que imagen es el resultado de la acción de un artista sobre una tela, una pared, o donde sea. Esa acción corresponde a la necesidad (del tipo que sea) de representar, expresar, decir algo. Esa imagen, para ser artística debe tener ciertas cualidades muy difíciles de describir que para algunos resultan evidentes y que han sido constantes a lo largo de la humanidad en todo lugar y momento donde existió el arte. Acá hay un tema; ¿qué hace que consideremos arte a una imagen y no otra? En las sociedades estables siempre existieron los cánones, la buena figura se ubica así, el buen cielo se pinta asá, el color para la piel es este, el color para la reina es aquel, etc. El problema aparece cuando tomamos dos obras de un mismo período, una es notoriamente floja, y otra la consideramos una gran obra. Sin embargo, las dos cumplen el canon, entonces: ¿cómo hacemos? Se recurre a expresiones caracterizadas por su notoria ambigüedad: el genio, el talento, la emoción, “el delicado equilibrio”, inesperadas armonías.

Frases ambiguas que se usan para tratar de explicar, lo que no se puede explicar.

Desde luego nuestro momento es muy particular, pues hay quienes afirman que arte es todo lo que un artista dice que es arte, y por otro lado, artista es todo aquel que se auto percibe como artista. En esa situación estamos, pero no siempre fue así, y además nosotros consideramos artísticas expresiones que no fueron consideradas artísticas por sus creadores, por ej. El arte asirio cuyo principal objetivo era la propaganda política, el arte cristiano de la alta edad media cuyo principal sentido era la ilustración de un dogma religioso, o los mapas estelares de Polinesia cuyo principal propósito era permitir la navegación en mar abierto entre tantos ejemplos. En ninguno de estos casos se pretendía estar generando una imagen artística, que era una idea ajena a esas culturas.

 En síntesis, la idea de arte se ha expandido para incluir por un lado obras que no tenían pretensión artística, y por otra parte gran diversidad de producciones que no responden necesariamente a un canon establecido.

Claro, porque nuestra época es absolutamente única en este aspecto de la imagen; si yo le muestro a Ud. una imagen de una estampa japonesa, una pintura hindú de hace 200 años, una pintura egipcia de hace 4000 años, una pintura de Toulouse Lautrec, una pintura de Jacson Pollock, o una pintura de Leonardo Da Vinci, Ud. posiblemente las reconocería a todas, o se acercaría mucho al origen en tiempo y lugar de esas imágenes. Esto que nos parece natural, hubiera sido absolutamente impensable 100 años atrás. Nuestros ojos se han acostumbrado a multiplicidad de imágenes de las más variadas épocas y culturas. Es insólito: pensemos en un pintor japonés del siglo XVI conocería la tradición inmediata del Japón, quizás algún producto cultural de China o Corea, quizás algún producto de la india – no necesariamente cultural-: un cinturón con una filigrana. Y lo mismo pasaba con los griegos, con los egipcios, posiblemente Leonardo conocía la pintura italiana de su lugar y época, algunas pinturas italianas más antiguas, algunas copias romanas de esculturas griegas antiguas, habría visto algo de pintura francesa contemporánea de él, algunas pinturas alemanas y flamencas, y no más. Nosotros conocemos todo: de todo lugar y toda época. Incluso conocemos y admiramos lo que había sido hecho para no ser visto: por ej. Las pinturas de Altamira, la pintura funeraria etrusca, o la mayor parte de la pintura egipcia, o los hermosísimos retratos de Al Fayum.

 GC_ ¿Cuáles pueden ser a su criterio los factores en que el concepto de imagen cambia? ¿Están ligados estos cambios a la actividad cultural o a las nuevas tecnologías?

Sí, totalmente. Pasa que las nuevas tecnologías explotan y se desarrollan en contextos de cambio cultural, y estos cambios de tecnologías, de imagen y de arte están ligados a cambios sociales muy pronunciados: la puesta en cuestión del modelo de sociedad tradicional, la tensión entre las sociedades religioso- militares con las sociedades mercantilistas; esto sucedió en la Grecia antigua clásica, en las repúblicas italianas del primer renacimiento, en las ciudades fabriles de Bélgica y Holanda. Las revoluciones que vivieron esas sociedades implicaron grandes cambios técnicos novedosísimos. Al ser sociedades en las cuales la idea de verdad era puesta en cuestión, el poder creativo que antiguamente era patrimonio de los dioses, o de un Dios, pasa en parte a los seres humanos. Esto genera una responsabilidad en la generación de imagen, pues el artista es el responsable de encontrar nuevos significados a distintos aspectos de la realidad. Bruno Bettelheim va más lejos, afirma que la realidad que nosotros percibimos fue creada por los artistas naturalistas holandeses del siglo XVII que moldearon nuestra visión.

GC_ ¿Qué piensa de esa idea apocalíptica que relaciona la velocidad de los cambios tecnológicos y la hiperconectividad con lesiones irreversibles en la capacidad del hombre para crear?'.

Pienso que son temores absolutamente infundados. Creo que mientras exista nuestra especie va a existir el arte; que las obras creadas por una tecnología novedosa no invalidan las prácticas antiguas; en el mismo año que se filmó Rayomon de Kurosawa, Pablo Picasso y Joan Miró creaban dibujos e imágenes con medios que podrían haber sido usados por ignotos artistas de Altamira.

No sólo creo que no es perjudicial, sino que por el contrario podría pensarse que cada uno de estos momentos de grandes cambios tecnológicos y culturales, han sido momentos de expansión enorme del arte. En el caso griego la fabricación en serie de la famosa cerámica ática, o de los talleres de Corinto. Otro ejemplo es de qué manera la invención del óleo en Flandes y en Italia ofreció a los artistas del primer renacimiento un producto más adecuado para representar la realidad fenoménica tal cual necesitaban. O la invención del grabado en metal, paralelo al de la imprenta que permitió la difusión a escalas inimaginables de imágenes creadas por enormes artistas como Rembrandt o Durero. Claro está que así como algunos se preguntaban si una Biblia impresa tenía el mismo valor que una escrita a mano, lo mismo sucedía con las imágenes reproducidas a gran escala.

Los avances técnicos siempre han acompañado la expansión del arte. Se podría hablar también del Japón y la maravillosa técnica de reproducción en serie del grabado japonés. En ese caso, quizás, los productores eran extremadamente conscientes de la calidad de su acto artístico, pero posiblemente no aquellos que lo consumían, por otro lado, estas obras no participaban del circuito artístico serio y culto. Por ejemplo, un grabado de Okusai o de Utamaro recién hecho lo vendían vendedores ambulantes en carros en la calle colgados con broches, y las personas pasaban y compraban. Es decir, obras que hoy consideramos de una altísima calidad artística se vendían como se vendían chancletas, camisas, peines, frutas, etc. como se vendían tantos otros productos de consumo habitual. Los motivos eran paisajes del Japón, cortesanas famosas, alguna escena de una obra de teatro de moda, alguna historia popular de monstruos, algún hecho policial ilustrado.

Hoy cualquier museo en cualquier lugar del mundo, se enorgullecería de contar con alguno de esos grabados en su colección. Es decir, la misma tecnología modifica un orden establecido creando novedosas maneras de relacionarse entre los que crean y aprecian el arte. Otro tanto pasó con la historieta, con el cine, con el Jazz y el tango, lenguajes o estilos que en un principio no fueron considerados arte, y que algunos de sus contemporáneos consideraban una perversión del arte.

-GC_ ¿En qué otros aspectos impacta el uso de tecnología en prácticas artísticas?

Me pregunto: hasta qué punto se consideraban “artísticas” las imágenes de Al Fa Yum cuando se realizaron hace 2000 años aproximadamente. Actualmente, muchas de estas pinturas se encuentran  en el  Louvre o en el MET de Nueva York, algunas de ellas son consideradas puntos relevantes en el arte de la humanidad; ahora bien: ¿era importante, para aquellas personas que el retrato que iba a acompañar al difunto al más allá lo hiciera un gran artista, o sólo se requería que lograra un parecido a la persona retratada? Posiblemente lo importante era el parecido físico (la gente se hacía retratar en vida para que su imagen acompañe su sarcófago). Es notorio que algunas de estas imágenes fueron hechas por gente inepta, y otras por personas que tenían un gran dominio de los medios artísticos, y que hoy llamaríamos grandes artistas. Ahora bien, ¿si esta gente hubiera tenido la posibilidad de realizar una fotografía, hubiera necesitado un pintor?

GC_  ¿Existe el riesgo de banalizar las imágenes y que en  la masividad sean más pobres de contenido?

Pensemos en los tatuajes; antiguamente en polinesia o entre ciertos grupos marginales de nuestra sociedad, por ejemplo, los tatuajes servían para informar que la persona pertenecía a un grupo y dentro de ese grupo ocupaba determinado status. Quizás lo mismo pueda decirse de las ropas de los samuráis japoneses, y de los guerreros escoceses. Quien participaba de esas culturas conocía el código del dibujo de la ropa que indicaba la pertenencia a determinado clan o grupo. Hoy los tatuajes, la ropa, dejan de tener una significación colectiva, y asumen un sentido personal, se expandió la capacidad de transmitir imágenes, y se diluyó el significado. Los significados son personales; la eterna lucha entre expansión y profundidad.

GC_ ¿ Y esa expansión, puede modificar la calidad de las obras?

Como dije antes, en paralelo a la invención de la imprenta, empezó la reproducción en cantidad y calidad y de manera muy barata de imágenes de grandes artistas que significaron una expansión enorme a una gran cantidad de personas.

En definitiva, podríamos decir que las nuevas técnicas de multiplicación de imágenes democratizaron el acceso a imágenes significativas. Ahora bien, existían hasta hace muy poco, editores, empresarios, redes de difusión y venta de la obra; es decir profesionales de la imagen que ejercían una influencia notoria sobre los gustos, lo que se consideraba "bueno", museos, editoriales, fundaciones, críticos, periódicos, etc. Actualmente la posibilidad individual de generar imágenes, de reproducir y difundir imágenes propias y de otros artistas, es literalmente infinita.

Quizás para poder pescar en ese océano alguna imagen significativa haga falta una formación y sensibilidad muy trabajada.

GC_ ¡Gracias Mariano Sapia! y esperemos poder continuar con esta charla desde La Época en otro momento.

Bibliografía

Freud, S. (1901): “La interpretación de los sueños” en: Obras Completas, tomo V. Buenos Aires, Amorrortu.

Freud, S.: (1905): “Tres ensayos de teoría sexual” (p142) en: Obras Completas, tomo VII. Buenos Aires, Amorrortu.

 Autor:

Gustavo Corra, APA 

Artista: 

Mariano Sapia, Pintor argentino, docente y experto en arte.

Descriptores:  IMAGEN / SIMBOLO / HISTORIA / ARTE / CREACION / TECNOLOGIA / TATUAJES

Candidatos A Descriptor: ENTREVISTA PERSONAL 

Directora: Lic. Meygide de Schargorodsky, Roxana

Directora Honoraria: Mirta Goldstein

Secretaria: Dra. Tripcevich Piovano, Gladis Mabel

Colaboradores: Lic. Felman, Fanny Beatriz, Dr. Corra, Gustavo Osvaldo

ISSN: 2796-9576

Los descriptores han sido adjudicados mediante el uso del Tesauro de Psicoanálisis  de la Asociación Psicoanalítica Argentina

Presidenta: Dra. Rosa Mirta Goldstein
Vice-Presidente: Lic. Azucena Tramontano
Secretario: Lic. Juan Pinetta
Secretaria Científico: Dr. Marcelo Toyos
Tesorera: Dra. Mirta Noemí Cohen
Vocales: Lic. Laura Escapa, Lic. Jorge Catelli, Lic. Silvia Chamorro, Mag. Perla Frenkel, Lic. Gabriela Hirschl, Lic. Silvia Koval, Lic. Liliana Pedrón