- ISSN 2796-9576

Artículos psicoanalíticos

M G

Sexuación, violencia entre géneros y construcción simbólica

La civilización no puede terminar de elaborar simbólicamente la diferencia sexual; hemos sido conformados por la diferencia entre femenino y masculino, pasivo y activo, fálico y castrado, varón y mujer; en esa conformación orgánica y psíquica nos igualamos en nuestras desigualdades por lo cual hay algo que resulta irrepresentable: la diferencia misma.

A F

Desasosiego identitario, de guión fantaseado a puesta en acción

Es mucho lo que ha transitado la sociedad en la aceptación de orientaciones diferentes a la hetero-sexual. La libertad con que se piensa hoy la diversidad sexual y la sanción de leyes que protegen a quienes la viven es un paso civilizatorio. Sin embargo, para nuestra sorpresa –y decepción-, el desconocimiento y prejuicio acerca de las homo-sexualidades persiste, hay quienes las entienden como conductas desviadas a ser corregidas o enfermedades a las que curar.

A K

Costumbres amorosas en el siglo XXI

El vacío que se siente ubica al sujeto contemporáneo en una búsqueda frenética y cuasi adictiva de rituales sexuales que nunca terminan de satisfacer. Es más una descarga impulsiva y compulsiva de una sexualidad, que antes era ubicada como perversa y que hoy podemos llamarla normal, por la generalización que se impone.

L R

Homosexualidades

Un primer comentario ineludible es que homosexualidad hubo desde que tenemos registro histórico. Recordemos la lucha de los 300 espartanos tenidos por los mejores soldados al mando de Leónidas. En las guerras médicas contra Jerjes (480 a.C.) murieron heroicamente a mano de los persas en el desfiladero de las Termópilas. Se trataba de 150 parejas de homosexuales. En defensa de estos héroes pienso que no debían tener hijos en un tiempo en el que la tecnología no nos había ofrecido todavía sus avances para poder hablar de cuerpo gestante que no presupone necesariamente ser mujer.

J P

Ese inútil combate…

Este es un simple ejercicio reflexivo ante la invitación a escribir sobre homosexualidad. Y empiezo sosteniendo que cuando las primeras impresiones afectivas han dejado en el sujeto marcas que lo vuelven un ser deseante de repetir ese encuentro, en un desplazamiento que lo remitirá a un otro que semblantee y reverbere de alguna manera ese origen afectivo y necesario, la lucha contra éstas se vuelven vanas, tal como Marguerite Yourcenar nos trae, transmutada en escritora que adopta un personaje masculino, Alexis, en su tratado del inútil combate sobre ese acontecer en la vida de alguien que no puede negar más, mentirse más, ni a él, ni a su esposa ni al mundo, acerca de que las gotas arden sobre otras piedras calientes, muy alejadas del monte de Venus.

M G G

Un abordaje de lo femenino: Psicoanálisis y Arte

¿En qué punto se entrecruzan Arte y Psicoanálisis dando lugar en la obra de Arte a algo de lo femenino? Un abordaje es el que propongo a partir del texto de Freud “Lo Ominoso” (1919) en relación con las artes visuales, el arte clásico y el arte contemporáneo, en especial con la obra de la artista argentina Nicola Constantino. Los conceptos psicoanalíticos que se desarrollan en dicho texto señalan recorrido y una mirada determinada de lo femenino.

A Z

Lo femenino

Cuando terminé el colegio secundario le conté a mi madre que pensaba estudiar Psicología. Para entonces, ya había cambiado el designio familiar que consistía en que yo continuara con el negocio de mi padre. Para eso me habían inscripto en un colegio comercial, pero advirtiendo que no era lo que me llenaba el alma, decidí cambiarme al Liceo Nacional de Señoritas Ricardo Rojas para poder ingresar sin equivalencias adonde ya sabía que quería dirigir mi destino. Mi madre me respondió que esa era una carrera larga y yo debía hacer una corta. Seguramente temía que por estudiar, se me pasara el tiempo de formar una familia. Afortunadamente desoí sus palabras e ingresé a la Facultad de Filosofía y Letras a estudiar la carrera de Psicología, que aún no tenía facultad propia.

A L

El enigma femenino

Freud plantea que hay una sola libido y es de naturaleza masculina (fálica) tanto en su forma activa como pasiva, por lo que la diferencia masculino-femenino no puede reducirse a la actividad o pasividad. Por otro lado niega que haya representación de lo “femenino” en el inconsciente y, aunque se muestre ambiguo, tampoco puede equipararse fálico-castrado con la masculinidad o feminidad. Fálico-castrado se da dentro de la órbita de lo masculino, lo femenino escapa a esa polaridad. Dice que “la masculinidad o la feminidad es un carácter desconocido que la anatomía no puede aprehender”. Y agrega: “¿Podrá hacerlo la psicología?”. Ahonda la cuestión cuando habla del “enigma de lo femenino”. Es que lo femenino, en tanto enigma, continúa planteando interrogantes, y en esa insistencia evidenciando su capital importancia ya que, más allá de lo anatómico, de la diferencia sexual o de género, lo femenino es un poder. Un poder oscuro, enigmático, de un carácter diferente al poder de lo masculino.1

H K

La mujer, ayer hoy y mañana

Cada vez hay más autores que señalan que el patriarcado no fue el primer modo de organización de la humanidad. Consideran que hubo miles de años de matriarcado en que no se captaba la participación del varón en la gestación y la mujer era el sexo dominante. Sería una época en que no había escritura ni se poseía el habla, y la proto-humanidad se guiaba por los sentidos. Freud alude a esto en Moisés y el monoteísmo También en un escrito inédito (1).

M G

Nostalgia de lo femenino incumplido o de los goces inexpugnables

Viajaba en un ómnibus y una mujer de alrededor de 40 años con los auriculares puestos, cantaba en voz alta boleros románticos. Parecía tan compenetrada con las letras de amor del varón cantautor a su dama imaginaria, que no prestaba atención a que todos los viajeros escuchaban. No pude menos que pensar: –“parece estar enamorada de lo que escucha. ¿Enamorada de las letras o de la voz? Pensé.

L D

Mujer y/o Madre. Conflicto donde se despliega la ambivalencia

El mito constituye la figuración de las pasiones, mundo de los dioses donde la pulsión concluye su camino de descarga en medio de escenas de amor, de odio, de celos, de envidia y traición que paradójicamente hacen de estos dioses seres esencialmente humanos.

A S

¿Qué es ser hombre, qué es ser mujer hoy? Vicisitudes de la identidad psicosexual

La cuestión parece centrarse en el Hoy. Ser hombre y ser mujer ¿es diferente de ayer a hoy? ¿Cómo eran los hombres y las mujeres antes? ¿Antes de qué? De qué depende el Ser, ¿quizá del Tener? He aquí la cuestión. Me permitiré recordar un poster muy conocido por los años 60 y que creo tiene total vigencia.